Ellen DeGeneres tuvo como invitados en su living a Justin Bieber y Madonna, artistas que tuvieron que jugar en vivo a una versión muy divertida del "Yo nunca" (en inglés "Never have I ever"), y el resultado no pudo menos que ser hilarante.
El juego consiste en la lectura de distintas afirmaciones, ante las cuales los participantes deben declarar mediante un cartelito que dice "Lo hice", "No lo hice", si fueron o no parte de esas afirmaciones que van desde algunas sencillas como "Yo nunca me lavé los dientes con el cepillo de otra persona" (Justin dijo "no lo hice", Madonna "lo hice"), hasta algunas fuertes confesiones sexuales: ante las sentencias "Yo nunca tuve sexo en el baño durante una fiesta", "Yo nunca salí con una persona y su hermana/o" , "Yo nunca tuve sexo en presencia de otras personas", "Yo nunca me olvidé del nombre de alguien con quien estaba teniendo sexo", ambos aseguraron haberlo hecho.
Sin embargo, el cantante pop negó haber hecho algunas travesuras de las que el mundo fue testigo, y la célebre conductora norteamericana no pudo evitar acusarlo de mentiroso cuando él respondió que nunca había sido echado de un bar.
Después de algunas falsas confesiones, el Bieber tuvo que admitir que quería "ser especial" para su esposa, y por eso exageraba su sobriedad.
