Los teléfonos inteligentes crearon una legión de productores de contenidos; en su primera etapa creímos que la publicidad y los mensajes sólo debían adaptarse a una nueva herramienta de comunicación, un nuevo canal con un lenguaje propio que sin dudas podía contener los viejos conceptos de la publicidad a esa nueva manera de recibir mensajes.
Pero detrás de esa verdad a medias, estaban surgiendo miles y miles de productores de contenidos, millones de comunicadores con canales simultáneos abiertos y en cascada comunicacional como nunca habíamos visto. Ya no se trata de un nuevo medio, se trata de nuevos productos, nuevas miradas y formas de contar. Tantas como personas con un teléfono inteligente existen.
Esto dio una apertura explosiva, al arte, el periodismo, la expresión en todas sus formas, la libertad de decir sin prejuicios, de mostrar sin límites, de encontrar formatos impensados y que ninguno por sí mismo dura más allá de la circulación inmediata.
Es una nueva comunicacion digital que da muestras de democracia horizontal asombrosa.
Con ella aparecen y desaparecen nuevos contenidos, de la mano de formas innvadoras de decir las cosas.
La política en el remolino comunicacional
Más que nunca en nuestro país -con su impresionante caudal creativo- nos ponemos a las puertas de estar deconstruyendo la manera de comunicar en política. Aún estamos atrapados por las viejas formas de mostrar candidatos, mientras surgen otras en manos de la naturalidad de los procesos creativos.
Ya no hay una sola campaña hay miles y están en manos de la gente, de los nuevos productores de contenidos que aplican las técnicas digitales a gusto y placer, sin preguntar. Un candidato puede aparecer bailando en instagram y convertirse rápidamente en una pieza fundamental para él.
Contenidos de comunicación no previstos surgen a diario en esta campaña, las cosas vuelan sin dueño, no existen más los equipos pesados y sobre saturados de publicistas. Hoy el arte, lo digital, la tecnología y la comprensión de la realidad cambió de manos en las campañas políticas.
Claro, no todo es una verdad absoluta, pero el modelo que el macrismo instauró de campaña super ordenada, perfecta en sus mensaje y queriendo atrapar el dominio de las redes aún no está pasado de moda, porque así todo consigue consolidar a un electorado permeable a ese formato, dando certezas y unificando mensajes.
En otro sentido, la campaña opositora se está plagando de piezas creativas y formatos artísticos, que por estar en manos de los nuevos productores de contenidos, da vuelta el sentido de la comunicación política actual. Arte, flash move, herramientas digitales, todo al servicio de la expresión detrás de una idea, de un candidato al que siguen. La tremenda campaña de Axel, con varios gingles hechos por la gente, los últimos posteos @nosoytutanka, el flash move en calle Corrientes en Capital Federal, son hechos que sin duda nos dejan a todos, en las puertas de lo que viene y que ya está aquí.
En Argentina, una vez más somos esa explosión de creatividad, las crisis nos renuevan a todos, aunque dolorosas y repetitivas. Pero ahora con una juventud increíble que tiene cómo expresarse, cómo decir las cosas.
Los comunicadores, publicistas, asesores en campañas debemos disfrutar de este proceso.
Es tal vez, el fin de un modelo de hacer comunicación y el comienzo probablemente de un nuevo rol de los equipos de campaña, que es saber potenciar aún más la creación espontánea positiva..