La compu no mejoró el aprendizaje

El uso de dispositivos electrónicos en el aula no garantiza por sí solo un mejor desempeño educativo. Esto es lo que surge de un estudio elaborado por analistas de la organización que desarrolla las pruebas PISA y a partir de los resultados de la evaluaci

La compu no mejoró el aprendizaje

Aunque el acceso de la mayor cantidad de alumnos a una computadora es necesario para reducir la brecha en la inclusión digital, no implica que la calidad de los aprendizajes mejore.

Ésta es una de las conclusiones a las que arribó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en un estudio sobre las competencias digitales de estudiantes de 15 años en diversos países. Para elaborar el documento, se tomaron como base los resultados de 2012 de la encuesta del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés).

Los analistas notaron que aquellos países que invirtieron para equipar de modo masivo a los alumnos con dispositivos electrónicos no han mostrado una mejoría significativa en los resultados en comprensión escrita, matemáticas y ciencias. Esto, porque para poder aprovechar estas tecnologías es fundamental centrarse en el uso, como también que los docentes estén capacitados para su utilización en el aula.

Por otra parte, destacan que el uso de artefactos tecnológicos en la escuela no asegura que los jóvenes serán capaces de realizar una navegación específica. Es decir, encontrar una respuesta a preguntas a partir de búsquedas en Internet.

De hecho, se observó que los alumnos que mostraban mejores resultados en comprensión escrita electrónica no pasaban más tiempo que otros en la web en el aula, por lo que se dedujo que numerosas competencias esenciales para la navegación se pueden enseñar y aprender también "mediante pedagogías e instrumentos analógicos tradicionales".

Graciela Bertancud, del Colegio Edison -que hace 10 años adoptó el modelo 1 a 1, una computadora por alumno-, indicó que quienes trabajan con las tecnologías se sintieron un poco decepcionados con los resultados del estudio. Esto, porque no se toma en consideración que se trata de un proceso y que ha llevado a un replanteo de la pedagogía y el rol del docente que aún no se resuelve.

En la Argentina, planteó, se ha apuntado a reducir la brecha en la inclusión digital con el programa Conectar Igualdad. Más allá de que los jóvenes utilicen las netbook para estar en Facebook o jugar, también han aprendido a usar procesadores de texto y hacer presentaciones, algo que resulta importante para poder seguir estudiando y su futura inserción en el mundo laboral (particularmente en los sectores vulnerables).

Bertancud señaló que la etapa siguiente es avanzar en la alfabetización digital, es decir que tanto docentes como alumnos aprovechen esas tecnologías. Pero agregó que con respecto a esto surge la inquietud sobre qué competencias se deben desarrollar en los niños y jóvenes.

Esto, porque los estudiantes del Colegio Edison han indicado que el valor agregado del uso de dispositivos electrónicos es que han aprendido a seleccionar información entre la gran cantidad disponible en la web. Y esto puede poner en cuestión la necesidad de que los chicos tengan que memorizar muchos datos.

Leonardo Simón, director de Políticas de Integración Digital de la DGE, comentó que en la provincia se comenzaron a implementar hace cuatro años estrategias de acompañamiento docente. Resaltó que si bien el chico tiene un manejo instrumental de la tecnología, la utiliza sobre todo para jugar y comunicarse, lo que no significa que sea un usuario crítico y que en esto, el rol del profesor, de acompañar y guiar el proceso de aprendizaje, sigue siendo esencial más allá de las herramientas que se utilicen.

El desafío a futuro, señaló, es seguir profundizando en el uso de las nuevas tecnologías con fines pedagógicos, aunque ya 70% de los docentes mendocinos la usan en el aula. Pero también en que los diseños curriculares incorporen los nuevos saberes que surgen con la era digital, como la lectura no lineal, o de imágenes y videos, o el uso de herramientas para modelar en la enseñanza de las ciencias naturales.

Resaltó que el impacto del uso de dispositivos electrónicos en la educación es un proceso, que requiere de franjas de tiempo más extensas.

La organización que desarrolla las pruebas PISA

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue fundada en 1961 y agrupa a 34 países miembros. Su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas. Entre las distintas áreas de trabajo se encuentra la educación y son quienes desarrollan el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), que se toma cada tres años a alumnos de 15 años en unos 65 países de todo el mundo y cuya última prueba fue en 2012.

En función de los resultados de esta evaluación, publicaron un documento que analiza la conexión entre el uso de las tecnologías de comunicación y el aprendizaje, y el desempeño que se observa en las PISA. El reporte resalta la importancia de fortalecer la habilidad de los estudiantes para navegar a través de textos digitales, pero concluye que previamente necesitan haber adquirido habilidades básicas de lectura y matemáticas para poder participar en las sociedades híper-conectadas y digitalizadas del siglo XXI.

El estudio no sólo aborda el uso de dispositivos electrónicos y el acceso a Internet en la escuela, sino también en el tiempo libre.

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