La provisión de gas natural domiciliario ha sufrido importantes aumentos de precio a consecuencia de la reducción de los subsidios. Las tarifas estuvieron congeladas durante 15 años, por lo que en ese tiempo fueron "casi gratis" y ahora hay pagar.
Se agrega la dificultad que para la mayoría de los usuarios tiene la lectura e interpretación de los diferentes ítems de la boleta. Si bien la empresa dice que la tarifa tiene cuatro componentes: gas, transporte, distribución e impuestos, la forma en que se factura es muy compleja.
El cuadro tarifario para el consumo residencial tiene ocho categorías precedidas de la letra R y la boleta puede tener siete o más ítems. Ellos son: cargo fijo; cargo por m3 consumido; impuesto Ley 25.413; impuesto Ingresos Brutos (IIB) al transporte; IIB distribución; IVA; Fondo Fiduciario Ley 25.565 y, cuando corresponde, descuento por tarifa social.
Cargo fijo y precio del gas crecientes
El cargo fijo que remunera a la empresa por poner el gas en la puerta de nuestro domicilio, consumamos o no, tiene la particularidad de no ser fijo. Es una escala creciente para las ocho categorías de la tarifa. Actualmente arranca en $ 185,31 para la más baja y llega a $ 824,20 para la más alta.
El precio del gas tiene la misma característica: es creciente a mayor consumo, arranca en $ 4,84 el m3 y alcanza a $7,09 en las más altas.
Aquí aparece una curiosidad: si bien el aumento del precio a medida que aumenta el volumen consumido aparece como razonable, si el producto es escaso, en el precio del m3 hay una diferencia del 46% entre mínimo y máximo. En el cargo fijo, por el contrario, hay una diferencia de 345% entre el mínimo y el máximo.
Se trata pues de una tarifa enormemente progresiva, donde el cargo fijo se parece más a un impuesto, que al costo de poner el gas en el domicilio del consumidor.
Desde luego, si usted quiere saber cuál es el costo del gas tiene que sumar el costo fijo y el costo del gas y dividirlo por los m3 consumidos. Después viene el postre de los impuestos.
Costo de transporte
Este es un ítem difícil de entender: se supone que trata del costo de llevar el gas desde el pozo a la zona de distribución; de ser así es un costo para la empresa distribuidora. Entonces no parece razonable que sea el consumidor final quien lo pague y además pague impuesto por ello.
Los impuestos
Como Ecogas factura el transporte y la distribución del gas aplica el IIB en ambos ítems, no consta en la misma qué alícuota tienen y sobre qué base se aplican; sólo figura el monto que pagamos.
También, curiosamente, figura un impuesto por Ley 25.413 del año 2001, denominada "Ley de competitividad", que crea un Fondo de Emergencia Pública destinado a la preservación del crédito. Lo que se aplica es un impuesto a los créditos y débitos bancarios con alícuota de 0,6 por mil.
Tampoco se sabe por qué el consumidor paga este impuesto y sobre qué bases se aplica; sólo figura el monto.
En la boleta hay otro cargo por Ley 25.565 que va a un Fondo Fiduciario para Subsidios del consumo residencial, que equivale al 2,58% por m3 de gas. Obviamente también es un cargo progresivo dadas las características de la tarifa.
Esto implica un cuadro de tarifas con subsidios cruzados, un instrumento muy criticado en economía. Se trata de que unos consumidores subsidien a otros.
Ecogas dice que el 28% de los consumidores reciben el beneficio de la tarifa social (subsidio); por lo tanto, sería el 72% restante el que solventa esa tarifa.
Finalmente tenemos el inefable IVA a una tasa de 21%: sin duda es una aberración de la política económica cobrar esa desmesurada tasa a la provisión de servicios básicos a los hogares.
En definitiva, la carga de impuestos en la boleta de gas ronda el 30%, casi 3 de cada 100 pesos que pagamos son impuestos. Debemos recordar que la provisión de gas por redes es un servicio monopólico.
Finalmente, las boletas tienen, a veces, algunas devoluciones y bonificaciones, basadas en las Resoluciones tarifarias e imposibles de descifrar.
Algunas consideraciones sobre explicaciones de la empresa
Ecogas ha dicho que el consumo de gas es altamente estacional, el 64% se consume en los meses de invierno. ¡Chocolate por la noticia! Por eso las protestas son en invierno, no en verano.
Informa además sobre promedios de consumo y gasto. Deben recordarse las recomendaciones de los estadísticos sobre los promedios, con el ejemplo de aquel caso de una persona que, no sabiendo nadar, se ahogó en una pileta de 50 cm promedio de profundidad, sólo que se arrojó en la parte que tenía 4 m.
Dice que el consumo anual promedio es 1.280 m3, apenas 100 m3 mensuales. Que la boleta promedio de este bimestre es de $ 3.239 y detalla el porcentaje de consumidores en distintos tramos de hasta $ 1.000 a más de $ 3.500.
La aclaración que se debe hacer es que siendo el gas un consumo medido, se paga según la cantidad consumida: quienes menos pagan, aun con el subsidio de la tarifa social, es porque consumen menos.
Por lo tanto, lo que debe decirse es que a factura más baja menor confort, menor calidad de vida. No es que el gas sea barato, que evidentemente no lo es.