No es un hecho novedoso, pero tampoco pierde actualidad. En un mundo globalizado, en el que los mercados se mueven por mínimas diferencias en los valores finales de los productos, la competitividad juega un papel fundamental en el balance final. Es un tema en el que juegan todos los productos, esencialmente aquellos que tienen como objetivo los mercados externos, aunque hay actividades puntuales que por circunstancias especiales necesitan la consideración del gobierno en algunos aspectos específicos. Es el caso de la vitivinicultura, que se encuentra con el inconveniente planteado en el hecho de que las zonas productoras están alejadas de los puertos, razón por la cual los costos de transportes, entre otros aspectos, tienen una incidencia fundamental en el precio final de los vinos.
En ese marco señalado, resultó importante la reunión mantenida por representantes del sector vitivinícola local, acompañados por el ministro de Economía, Martín Kerchner, con el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne. Sin lugar a dudas los planteos efectuados por los empresarios locales no debieron sorprender al funcionario nacional, por la reiteración de hechos anteriores, pero también debe destacarse que en los últimos meses se han implementado medidas a favor de la actividad, como es el caso de la lucha contra la polilla de la vid, consistente en la derivación de una importante suma para combatir el flagelo, a lo que debe sumarse la declaración de "plaga nacional" para que todo el país quede libre de la misma.
Los actores del sector son conscientes de que el trabajo de la viña y la elaboración de los vinos es una actividad local, pero las decisiones económicas se toman en la Capital Federal. Es así que los dirigentes han mantenido reuniones con el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui; el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, las reuniones "habituales" con el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile; ahora con el jefe de la cartera de Hacienda y está prevista y agendada una reunión con el propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, para el 14 del actual en la residencia de Olivos. De acuerdo con los trascendidos conocidos en la propia industria, el primer mandatario nacional está interesado en conversar con todos los sectores para conocer sus inquietudes y planteos antes del envío de proyectos fundamentales al Congreso Nacional. Al decir de un dirigente consultado, si bien la industria está trabajando muy bien a nivel del Ejecutivo Nacional, la gran batalla está prevista para más adelante, cuando el Parlamento deba tratar las leyes y comiencen a jugar los lobbies y las presiones de otras industrias.
Cabría señalar en esencia cuáles fueron los planteos de la industria. Consistieron en insistir en el costo del transporte como consecuencia de la falta de trenes; una mejora en los aportes de la Corresponsabilidad Gremial Empresaria para que sea incluido en el nuevo sistema tributario; establecer definitivamente la excepción del impuesto interno a los espumantes, "en razón de que ya estamos en el mes de setiembre y no hemos tenido respuestas ni tampoco se ha anunciado la extensión vía decreto que se realiza todos los años" y una suba de tres a seis puntos porcentuales en el reintegro a las exportaciones.
Los hechos determinan que se han dado pasos importantes, que los dirigentes han sido escuchados por las autoridades nacionales pero también queda una advertencia que habrá que cumplir en el Congreso nacional. Las provincias vitivinícolas deberán actuar en conjunto, dejando de lado las pertenencias partidarias porque lo que está en juego es una parte fundamental de la economía provincial, que tiene una capacidad excepcional en lo que a distribución de la riqueza se refiere.
