Era una de las promesas del boxeo femenino mendocino, pero por esas cosas que tiene el deporte, Daiana Marín tuvo su debut como profesional, pero también fue su despedida, porque fue su único combate rentado. Han pasado algo más de 4 años desde aquella noche en el estadio Polimeni de Las Heras, donde la “Colo” perdió por puntos frente a Marisa Núñez.
Su vida hizo un giro importante: formó pareja con Gastón, con quien tiene dos hijos, Bruno y Juanpi, pero siempre quedó una asignatura pendiente para la pupila de Pablo Chacón: el boxeo.
Es que si hay algo que tiene el deporte, son las revanchas y para la Colo, éste es su tiempo de revancha. Mañana enfrentará a la pampeana Gloria Yancaqueo en 4 rounds en la división pluma, en la Federación Mendocina, en uno de los combates profesionales de la velada.
Hoy, a las 18, en el Mod Hotels ubicado en Federico Moreno, 1230 de ciudad.
"Estoy muy bien, muy contenta, un poco ansiosa esperando la pelea. Viendo que pasa", dice mientras uno de sus hijos la reclama.
Cuenta que vive alejada de la ciudad: "Vivo en El Pastal, en el campo. Es un lugar muy tranquilo y realmente muy hermoso", explica en tanto detalla el por qué de su regreso al cuadrilátero.
“Me encontraba medio depresiva y el médico me dijo que hiciera algo de actividad. En mayo volví a entrenarme y me hizo muy bien. Ahí me di cuenta de que lo que me faltaba era el boxeo”, dice entre bromas Marín.
El consenso fue familiar y sin dudas fundamental para el retorno de la Colo: “Mi marido me incentivó muchísimo a volver. Es que él ha sido deportista. Son cosas que si no hacés ahora no las hacés más. Volví con otra mentalidad, con mayor responsabilidad. Mejor entrenada y me siento muy bien”, dice la púgil campeona del Guantes de Oro 2006. “Antes- añadió- peleaba en 52 kilos, pero con los embarazos estaba en 65. Voy a pelear en 57 kg, porque no quiero matarme en la balanza. Después, veremos”, sostiene la púgil, quien se encuentra apadrinada por el intendente, Rubén Miranda.
“Una vez Miranda me dijo que iba a apadrinarme, no le di importancia y era verdad. Me ha respaldado mucho. Es increíble, pero en este regreso se abrieron muchas puertas. Como dice mi mamá: “No era tu tiempo hace unos años atrás, hoy sí”, concluyó.
