El Gobierno y los gremios se preparan para una pulseada difícil con la discusión de las próximas paritarias, en la que se pondrá en la mesa el ajuste salarial para el año que viene. Con el Presupuesto 2020 aún en elaboración por el retraso de la discusión de la pauta de gastos a nivel nacional, pero con el ojo puesto en la baja de la recaudación, el gobernador electo Rodolfo Suárez ha puesto en duda el pago de la cláusula gatillo el año que viene tal cual está conformada actualmente, con ajuste automático con la inflación.
Y ayer la ministra de Hacienda Paula Allasino, quien la semana próxima será confirmada por el Senado en el cargo de Contadora General de la Provincia, aseguró a Los Andes que "es inviable continuar con esa política de cláusula gatillo sin tener parámetros de la recaudación". Para justificar sus dichos, recordó la época del peronista Francisco Pérez, a quien acusó de "hacer promesas de cuánto iba a pagar y luego no tener caja" para afrontarlo.
"Hay que pensar qué se puede ofrecer que tenga cumplimiento real por el Poder Ejecutivo", aclaró Allasino. Así, dejó traslucir que el próximo gobierno ya no ofrecerá el ajuste por inflación de los sueldos.
Para la ministra, la alternativa es ofrecer una cláusula gatillo "con un techo en la recaudación", aunque no dio detalles de cómo se podría aplicar, reafirmando que "no se puede hacer promesas de un pago de salario que después no se va a pagar porque no se tiene la caja. Hay que ser conscientes de lo que entra y lo que sale. La única forma de administrar es la misma que usamos en nuestra casa", sentenció la todavía ministra de Alfredo Cornejo.
Es decir que en 2020, los sueldos de los empleados públicos podrían empezar a seguir la evolución de la recaudación, que entre enero y setiembre de 2019, como publicó Los Andes el 13 de noviembre, bajó 13%. Por esta razón los gremios anticipan que rechazarán una propuesta de este tipo (ver aparte).
El contexto no ayuda
Allasino, que atendió a los medios de comunicación tras sortear ayer sin problemas la audiencia pública en el Senado para la Contaduría General, atribuyó la baja recaudación al contexto nacional. "El crecimiento que nosotros suponíamos a nivel país no fue así, porque la inflación ha seguido aumentando, la pobreza también". En este sentido, destacó que esta situación afectó a los ciudadanos "que tienen que decidir muchas veces si pagan impuestos o comen".
Tras este sinceramiento, Allasino acotó que ese combo explosivo "generó una caída en los pronósticos que nosotros teníamos, que eran bastante optimistas". Pero aseguró que en el caso provincial "con el control del gasto se ha podido equilibrar" y que "se gasta lo que ingresa".
En relación a la situación general provincial, la funcionaria insistió en el "orden" de las cuentas, y sobre todo en la posición en la que está actualmente Mendoza respecto a las demás provincias: "El contexto económico ha pegado muy duro en las provincias y municipios, y ese orden que hicimos a principio de la gestión nos ha permitido llegar tranquilos al pago de salarios, al cumplimiento de todas las obligaciones con contratistas del Estado y garantizando que los primeros meses del gobierno de Suárez tendrá las cuentas ordenadas para llevar adelante su gestión".
Si bien evitó hablar de cómo terminará este 2019 (último de Cornejo en el poder), al indicar que en los primeros días de marzo próximo se cerrarán las cuentas, adelantó que el Presupuesto 2020 se presentará “con superávit corriente”, pero hizo hincapié en el complejo contexto económico.
"Estamos todos condicionados, la inflación prevista para este año no se dio, el dólar está planchado por decisiones políticas con el Banco Central y otras restricciones monetarias. No se han dado los parámetros que nosotros pusimos. No se ha generado el crecimiento económico como suponían las leyes de presupuesto -enumeró. Nosotros tomamos las pautas macrofiscales que presenta el Ejecutivo nacional en la formulación del presupuesto para toda la Argentina. Son pautas que pueden no darse porque no conocemos las políticas económicas que va a llevar adelante Alberto Fernández", finalizó.
Los gremios dicen que no negociarán un cambio
Los gremios estatales se mostraron en contra de aceptar una clausula gatillo atada a la recaudación si, como se espera, el Gobierno la propondrá en las próximas paritarias. Y coincidieron en que la cláusula vinculada a la inflación es un "derecho ganado" y que no se puede retroceder en ese plano.
Desde ATE, Roberto Macho indicó: "Si plantean una claúsula gatillo atada a la recaudación, no es una claúsula gatillo y no es una negociación porque es un ajuste concreto del Gobierno contra los trabajadores. Además, dejaría de haber una paritaria libre, democrática y sin techo porque el techo lo pone el mismo Gobierno cuando plantea que si no tiene recaudación, no puede dar un aumento salarial".
“Si ofrecen la cláusula gatillo atada a la recaudación le vamos a decir que no. Nos estamos preparando para una asamblea el 9 de diciembre en la sede de ATE”, agregó.
Por su parte, Sebastián Herníquez, del SUTE, dijo que primero deben conocer quién será el interlocutor del próximo Gobierno: "Es muy temprano para hablar de estos temas porque no tenemos resueltos otros temas, como las continuidades y los salarios de los suplentes que son muy delicados. Recién deberíamos hablar de las paritarias en enero o febrero".
Pero aseguró que van "a defender la clausula gatillo y la recomposición salarial porque son derechos ganados. Tenemos que esperar las definiciones a nivel país porque quizás se abre la paritaria nacional docente y eso nos afecta directamente. No vamos a discutir nada a las apuradas", añadió.