El volante de River Plate, Enzo Pérez, quien tuvo un partido a la altura de lo jugado, metiendo y corriendo por todos y buscando claridad a la hora de tocar el balón, mostró su lucidez a la hora de las declaraciones y felicitó al rival por el triunfo.
"El partido estaba muerto, no pasaba nada. No lo pudimos matar, reaccionaron ellos con el gol del empate e inmediatamente después lo liquidaron. No tuvimos tiempo de reaccionar", relató el jugador, surgido en la cantera del Deportivo Maipú.
Según el Principito, "las finales así se definen por errores mínimos. River tuvo dos errores y lo ganó Flamengo".
"Como dijimos antes, cualquiera de los dos se lo merecía. Nos queda seguir trabajando en busca de nuevos objetivos y si Dios quiere el año que viene estar nuevamente en una final", agregó.
El volante, de gran desempeño en el partido, pidió "felicitar a Flamengo" porque, señaló, hizo "una gran Libertadores".
"Hablé con Diego Alves (el arquero del que fue compañero en Valencia, de España) y le dije que cualquiera lo merecía. Lo felicité ahora, lo tienen bien merecido. Así que felicitaciones, nos toca seguir trabajando para volver el año que viene", cerró.
Pratto, de héroe a villano en dos definiciones
River, en ventaja gracias al gol de Santos Borré en el segundo tiempo, parecía tener el partido controlado ante un Flamengo con pocos recursos. Pero un error de Lucas Pratto, a los 88', cambió todo lo que venía haciendo bien el Millo hasta ese momento. Sí, el mismo delantero que había aportado muchísimo en la final del 2018 vs. Boca esta vez quedó en la mira. La jugada que marcó al Oso nació cuando recibió la pelota en tres cuartos de cancha e intentó dar un pase filtrado, con un riesgo innecesario. De hecho, la asistencia fue cortada por un futbolista del Mengao y en la dividida la recuperó el atacante de La Banda. Pero De Arrascaeta presionó, ganó y ahí empezó la jugada que derivó en el empate...Luego, la recibió Bruno Henrique y juntó a cuatro jugadores del conjunto dirigido por Marcelo Gallardo al borde del área grande. Y en un momento de mucha lucidez, asistió con un pase entre líneas a De Arrascaeta, que nunca se desentendió. Ahí sólo le tuvo que ceder el control de la pelota a Gabriel Barbosa, para marcar el 1-1.