No en vano nació y creció en la Emilia Romagna partisana. El joven Bertolucci comenzó en el cine como asistente del gran retratista de las clases bajas italianas, Pier Paolo Pasolini. De hecho en su primera película, "La commare secca" (1962), Bernardo asumió la visión de Pasolini: para desentrañar la muerte de una prostituta, se abismó en los más ínfimos suburbios romanos.
Pronto adquirió una narrativa propia, pero en sus retratos de la individualidad y lo colectivo, la temática social quedó indeleble, mostrando la conflictividad entre la burguesía y los radicales aires de cambio que soplaban en el continente en la década del '60.
Así lo demostró en otras obras como "Prima della rivoluzione" (1964), en su versión de "Il conformista" (1970), con la que logró su primera nominación al Óscar, es decir, su primer éxito internacional, o en la "Strategia del ragno" (1970).
Pero, tal como afirma Gonzalo Sánchez, la historiografía por la que será siempre recordado es aquel monumental díptico de "Novecento" (1976), ambientado en su región natal para mostrar la tensión social entre las clases trabajadoras y la burguesía de los latifundios en los albores del siglo pasado.
Una división que queda clara al inicio del primer acto, cuando nacen dos niños de distinto estrato social -uno hijo de terratenientes y otro de labriegos- el mismo día en el que muere Giuseppe Verdi, ideal de los partidarios de la unificación italiana.
La historia y amistad de ambos, interpretados respectivamente en su edad adulta por Robert De Niro y Gérard Depardieu, sirvió a Bertolucci para repasar aquella convulsa Italia, el surgimiento del socialismo, la Gran Guerra o el ascenso y la caída del Fascismo.
El escandaloso
El cineasta no se limitó a explorar el tejido social de la época, sino que se sumergió en las pasiones y las relaciones entre personas en varios de sus títulos. "Ultimo tango a Parigi" (1972) quizá es el más conocido y polémico de su nómina.
La cinta retrata la íntima e incluso claustrofóbica historia de pasión entre dos personajes encerrados en un apartamento parisino: Paul, un hombre adulto al que dio vida Marlon Brando, y la joven Jeanne, interpretada por la actriz Maria Schneider.
"El último tango en París" logró una enorme popularidad, pese a que fue censurada en países como aquella España franquista y también en Italia, donde fue retirada de las salas por orden del Tribunal Supremo y Bertolucci sancionado por ofender al "sentido del pudor".
Con el paso de los años la cinta, condenada a la eterna polémica, acabó siendo la sombra de la trayectoria del realizador, ya que derivó en acusaciones de violación por parte de Maria Schneider.
Se refería a la escena de sexo en la que Brando usa mantequilla como lubricante y que, dijo, no constaba en el guión. Una acusación negada por Bertolucci y defendida por ella hasta su muerte en 2011.
Sin embargo el mayor éxito del realizador llegaría en 1987, con el estreno de "The Last Emperor", un regreso épico a la historia para retratar al último emperador chino, Puyi. El filme le valió nueve Oscars, entre ellos el de Mejor Dirección. Hasta la fecha, el último italiano en conquistarlo.
El eterno despertar
Tres años después estrenó "The Sheltering Sky" (1990), una nueva agónica historia de amor en el desierto del Sahara protagonizada por John Malkovich.
Y posteriormente llegaría otro de sus títulos inolvidables, "Little Buddha" (1993), en el que Bertolucci se adentra en la espiritualidad oriental con un niño estadounidense que se supone la reencarnación de la divinidad, interpretada por Keanu Reeves.
El cineasta concluyó su nómina con historias sobre el despertar sexual de la juventud, una constante artística en él, en obras como "Stealing Beauty" (1996) o su último trabajo, "Io e te" (2012), pero también en su revisión del Mayo del 68, "The Dreamers" (2003). En los últimos años iba en silla de ruedas.
Tributos al maestro
El mundo artístico y político sigue conmovido.
"Era el último emperador del cine italiano, el señor de todas las epopeyas y escapadas. Se acabó la fiesta: se necesitan dos para bailar el tango", declaró el lunes a AFP Gilles Jacob, ex presidente del Festival de Cannes, que le concedió una Palma de Oro honorífica en 2011 por el conjunto de su carrera.
El cineasta y productor Franco Zeffirelli despidió a su "querido amigo y gran director" y subrayó que "con su trabajo logró transportarnos a dimensiones artísticas únicas".
El presidente de la Asociación General Italiana del Espectáculo (AGIS), Carlo Fontana, destacó que el fallecimiento de Bertolucci nos deja "sin uno de los grandes autores, quizá el último, del cine italiano".
"Sus películas han atravesado medio siglo de historia del cine y sus obras maestras han entrado con pleno derecho en el imaginario colectivo, superando las fronteras nacionales para convertirse en piedras angulares del cine mundial", agregó Fontana en una nota reproducida por Efe.
Desde su cuenta de Twitter el político español Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, utilizó una imagen del filme "Novecento" (que el artista filmó en 1976) y escribió: "Los fascistas. Pocos supieron explicar y estetizar el fascismo como Bernardo Bertolucci. Hay reflexiones que no pierden actualidad".
La cuenta del Festival Internacional de Cine de San Sebastián lo definió como "maestro del cine europeo y mundial".
Agustín Almodovar, productor y hermano del cineasta Pedro, señaló "Hasta siempre, maestro!" y el historietista argentino Horacio Altuna tipeó: "Más Tristeza, se fue Bernardo Bertolucci".
"Su muerte es un poco la nuestra", escribió hoy el cineasta italiano Marco Bellocchio para resumir el estado de ánimo de la comunidad artística de su país. Por su parte, la actriz Stefania Sandrelli recordó al director con una sentida carta, enviada desde Turín: "Adiós a mí último emperador, que se sentía un poco un ratón en el queso. Gracias por haber sido tan especial. Un largo beso".
Velas para Bernardo
La capilla ardiente del director de cine italiano Bernardo Bertolucci, fallecido hoy a los 77 años de edad, tendrá lugar durante la mañana y la tarde en el Ayuntamiento de Roma, según un comunicado difundido por la familia.
El féretro se expondrá en la Sala de la Protomoteca del Campidoglio, sede del Ayuntamiento romano, desde las 10 a las 19, para que los admiradores del maestro puedan despedirle.
Posteriormente, en una fecha aún por determinar, se celebrará una ceremonia de conmemoración del cineasta.
Cuando se le preguntó en 2013 cómo le gustaría ser recordado, Bertolucci respondió: “No me importa”.