Durante algunos días, Laia Sanz decidió refugiarse en la altura de los Pirineos. Colgó una mochila de su espalda y posó sus ilusiones sobre dos esquís. Alejada de la rutina del gimnasio y del ruido de motores que en las últimas semanas resuena en las dunas marroquíes, la española ultimó en la alta montaña su preparación física para el Rally Dakar.
Después de siete ediciones completadas -todas en las que participó-, Laia Sanz conoce la exigencia "de la prueba más dura del mundo".
"Sé la sensación con la que llegas a los últimos días, conozco la carrera y creo que llego mucho mejor preparada que en mis primeros años", indica en una conversación con la agencia EFE.
Su discurso, pero también la definición de sus músculos, advierte del trabajo realizado para tratar de completar al mando de su KTM 450 Rally las catorce etapas previstas entre los días 6 y 20 de enero por la organización de una prueba que comenzará en Perú, continuará en Bolivia y que despedirá su 40ª edición en Argentina.
A la mejor competidora femenina de la historia del Rally Dakar en la modalidad de motos le aguardan cerca de 9.000 kilómetros.
Los afrontará "con la tranquilidad" que le conceden sus buenos resultados. Con el noveno puesto obtenido en la clasificación general en 2015 acalló, de hecho, las voces de quienes defienden que es una prueba para hombres.
"Estoy bastante acostumbrada a oír ese tipo de comentarios, pero he demostrado todo lo contrario", replica orgullosa la trece veces campeona mundial de trial y cinco de enduro.
Preguntada por su palmarés, la piloto de Corbera de Llobregat, de 32 años, responde: "El mayor orgullo es que otras chicas se fijen en mí. Yo siempre intento hacer las cosas bien para ser un buen ejemplo y si de algo me alegro, más que de los títulos, es de haber puesto las cosas un poco más fáciles a otras chicas que vienen detrás".
Ella tuvo como referente en el Rally Dakar a la alemana Jutta Kleinschmidt, dominadora de la clasificación general de coches en 2001. Laia Sanz reconoce que "admira" a la primera y única mujer que ha conseguido ganar la prueba.
Como ella, no descarta dar el salto a las cuatro ruedas. "Jutta siempre me dice que me pase rápido a los coches", bromea.
Ese reto se intuye todavía lejano, ya que su aspiración es "obtener un resultado que le permita acabar este Dakar satisfecha".
"He entrenado muy bien. He hecho un trabajo constante durante todo el año, he acumulado muchas horas de moto, de buenos entrenamientos y creo que eso se va a notar. En el Rally de Marruecos ya me encontré muy bien, hice buenas etapas (fue tercera en una de ellas) y eso me va a ir bien para la confianza. He hecho bien los deberes, el trabajo lo llevo hecho y ahora toca hacer una buena carrera", asegura la catalana.
Pese a la pujanza de "una nueva generación de pilotos", Laia Sanz confía en hacer valer su "experiencia" en Sudamérica. "El Dakar elimina a mucha gente y hay que ser paciente. Es una carrera que te pone en tu lugar, así que hay que salir sin precipitarse y sin querer hacer el resultado los primeros días", sostiene.
"Saldré etapa a etapa, a hacerlo lo mejor posible. Soy consciente de que es una carrera de quince días y que deberé guardar un poco de energía para la segunda semana. Hay que ir con cuidado, nunca por encima de tus posibilidades. Es algo que tengo muy presente", dice.
Aunque su prudencia no ha cambiado, sí lo han hecho sus objetivos. "El primer año pensaba en acabar. Ahora, en hacerlo bien. Creo que he mejorado mucho como piloto. También he mejorado mucho físicamente. Antes era un sueño el simple hecho de acabar; ahora estoy en un equipo oficial, me dedico al cien por cien a esto y siento que la gente espera mucho de mí", confiesa.
Laia Sanz prefiere, sin embargo, escapar de esas expectativas: "Intento desconectar un poco de todo lo que se dice porque si en esta carrera te precipitas lo acabas pagando".
Sí confía, no obstante, en tener la suerte que le faltó en la última carrera del Mundial de enduro, cuando un problema mecánico le negó la conquista del título.
"Quizás era el año que más lo merecía, pero las cosas pasan por algo. El trabajo de todo el año no ha podido verse reflejado en el Mundial de enduro; espero que sí pueda verse en el Dakar", desea la piloto del equipo Red Bull KTM Factory. Hoy partirá hacia Perú con la motivación de seguir desafiando la historia.