El triunvirato que conduce la CGT recibió ayer el respaldo del máximo órgano ejecutivo para continuar con el diálogo y la “negociación” con el Gobierno nacional y supeditar al resultado de la misma cualquier eventual medida de fuerza sin ponerle fecha aproximada alguna.
La decisión del Comité Central Confederal (CCC) de avalar el diálogo restablecido por el Gobierno después del masivo acto del 22 de agosto en Plaza de Mayo, cuando la central aseguró que pondría fecha a un nuevo paro general, supone un cuarto intermedio hasta después de las elecciones del próximo domingo 22.
La posición se adoptó durante una reunión en el teatro Empire encabezada por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, con la presencia del gastronómico Luis Barrionuevo y el metalúrgico Antonio Caló, aunque no así del camionero Hugo Moyano ni de su hijo Pablo, aunque sí de integrantes del moyanismo.
También participaron el bancario Sergio Palazzo; el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sassia, del Movimiento de Acción Sindical (Masa), lo que fue presentado como un respaldo masivo a la decisión adoptada. Aunque sobre los 308 integrantes del CCC, sólo participaron “192 delegados”, dijo Daer, pero José Luis Lingeri (obras sanitarias) los redujo a 170, al término del encuentro.
“El Consejo Directivo quedó facultado para tomar las decisiones que sean necesarias tanto en la evolución de las discusiones con el Gobierno, como en cuanto a los diferendos que puedan traer en los temas que fueran planteados por el Poder Ejecutivo”, sostuvo Daer. Su par Schmid resaltó que también “hubo una facultad para llevar adelante medidas de protesta de no prosperar el diálogo, pero es una resolución que irá madurando según las tratativas que está llevando la CGT. Agradecería que no empecemos a poner fechas o establecer límites”.
Para la CGT, dijo Daer, hay temas que son “inclaudicables: la integralidad de los convenios colectivos de trabajo, la Ley de Contrato de Trabajo, la seguridad social y el modelo sindical, como la postura crítica sobre un modelo económico que ha borrado la movilidad social”.
