En el marco del centenario del nacimiento, la Confederación General de Trabajadores (CGT) pidió al Vaticano la beatificación de Eva Duarte de Perón.
"Eva, santa del pueblo" es la consigna con la que la CGT convocó ayer a un acto en Azopardo 802 para impulsar el reconocimiento de la esposa de Juan Domingo Perón por parte del papa Francisco.
Lo que propone la central sindical puede llevar años, ya que el proceso de canonización se inicia en la Diócesis donde murió el candidato. Como Evita murió en Buenos Aires, debería iniciarse aquí.
El proceso da comienzo con la propuesta y el obispado inicia su estudio. Debe estudiarse detenidamente primero en la Diócesis local y después pasa también a estudio del Vaticano.
Una vez que se considera que el candidato vivió una vida cristiana ejemplar es declarado "venerable" por el Vaticano. Luego hace falta que se encuentre que Dios obró un milagro por intercesión del candidato para ser declarado beato. Y un segundo milagro para ser declarada santa.
"Eva Perón entregó su vida en un mandato providencial que fue la misión de rescate de la dignidad de la persona humana en su sentido más trascendente. Síntesis de una profunda fe en su pueblo y en Dios, que a cien años de su nacimiento continúa estando en el corazón popular y en los altares del pueblo humilde junto a la Virgen María", dice el texto lanzado por la CGT.
"Eva Perón sintió y así lo predicó la misión de venir al mundo para hacer obras de bien que entregó como don al pueblo argentino e iberoamericano y a todos los pueblos con sed de justicia. Su amor no fue complaciente sino el difícil y doloroso camino de la Cruz, de hacer justicia y verdad", agrega.
Pese a la iniciativa, desde el Vaticano fueron categóricos: "Sin una causa asumida por un postulador, no hay curso". Es decir que sin un sacerdote que se haga cargo de la propuesta, la Santa Sede no puede proceder y el pedido pierde valor.