Aunque atravesada por sus contradicciones internas, tanto políticas como económicas, la CGT se encamina a hacer una demostración de fuerza que se pretende masiva contra las decisiones del gobierno de Mauricio Macri después de haber desactivado de facto la posible convocatoria a una huelga nacional ante el diálogo y algunas concesiones como el bono de fin de año parcialmente compensatorio de la inflación.
La magnitud de esa demostración tendrá su hora de la verdad cuando podrán contarse cuáles de sus sindicatos y en qué número movilizarán a sus afiliados al acto convocado por las organizaciones sociales en reclamo de la declaración de la “emergencia social y laboral” al que la CGT no sólo adhirió sino que también decidió participar tal como ayer lo ratificó en su reunión del Consejo Directivo.
Cambio de escenario
La puesta en escena será en la Plaza de los dos Congresos, no en la de Mayo, en reclamo de la sanción de una ley de emergencia “social” antes de que finalice el actual periodo legislativo, convocada por las organizaciones de trabajadores informales Ctep (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa.
Como demostración de la confluencia inédita entre la principal central de trabajadores formales y las organizaciones de trabajadores informales, el cierre del acto estará a cargo de la CGT, según se informó ayer en la reunión del Consejo; y aunque aún no está decidido, seguramente será Juan Carlos Schmid el encargado del discurso, toda vez que ha sido él el triunviro más proclive a “abrir” la central hacia otros sectores sociales afectados por la política económica de los últimos once meses, carente además de filiación política abierta, a diferencia de Héctor Daer y Carlos Acuña, legisladores nacional y bonaerense del Frente Renovador de Sergio Massa.
La cita de la concentración será el próximo viernes 18 y se presume que en sí misma será masiva, a juzgar por la marcha que por el Día de San Cayetano realizaron las organizaciones sociales, el 7 de agosto, en la Plaza de Mayo, aunque la participación activa de sindicatos cegetistas puede llegar a darle aún mayores dimensiones.
De esa masividad también sacará tajada la CGT de cara a la reunión, segunda del Diálogo Social, con el Gobierno y los empresarios, que tendrá 72 horas después.
“El compromiso fue el de movilizar lo máximo posible”, dijo a este diario ayer una vez finalizada la reunión el secretario general del sindicato de textiles AOT, Hugo Benítez, sugestivamente el único en informar sobre el encuentro, cuando las anteriores citas de la conducción unificada terminaron en conferencia de prensa.
El líder de los trabajadores textiles dijo que la CGT se sumará a la asamblea del 18 con los reclamos de “basta a los despidos, las suspensiones y las importaciones”, en particular de los productos de consumo masivo.