La CGT minimizó la salida de funcionarios tras la marcha

Referentes sindicales calificaron los desplazamiento como una reacción “lógica” y esperan señales ciertas del cambio en la relación con el Ejecutivo.

La CGT minimizó la salida de funcionarios tras la marcha

Sin dramatismo alguno, satisfecha por el balance que aún ayer se hacía por la convocatoria que tuvo el acto en la Plaza de Mayo, la conducción de la CGT, o mejor dicho su ala "dura", reaccionó así ante los desplazamientos de dos altos funcionarios relacionados con el área laboral y el sistema de salud por parte del presidente Mauricio Macri.

Los desplazamientos, apenas finalizó el acto del martes, fueron presentados públicamente por el Gobierno como un mensaje de firmeza frente a la protesta sindical nueve días después de las PASO.

Los hechos sucedidos ayer, 24 horas después de la multitudinaria concentración en el acto de la CGT con apoyo de las dos CTA y de las principales organizaciones del movimiento social, fueron por demás una repuesta lógica del Gobierno. "Nadie podía pensar que el Gobierno iba a salir a felicitarnos", dijo con ironía, a este diario, uno de los más encumbrados dirigentes cegetistas.

Obviamente, ayer el triunviro Juan Carlos Schmid, el único orador en el acto del martes, fue informado de la suspensión de dos actividades con el Gobierno: una reunión en el Ministerio de Trabajo por la mañana y una entrevista por la tarde con la agencia estatal de noticias Télam.

"Es lógico que tenga esa reacción", agregó aquella fuente, que dijo haber encontrado en la reacción de Macri ante el acto "una actitud que ya hemos visto hace poco", en referencia a las que supo tener la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en los momentos de mayor enfrentamiento con el sector de la CGT que conducía el camionero Hugo Moyano.

Otra actividad prevista y que fue suspendida por el Gobierno era una reunión clave a las 11 para empezar a avanzar en la instrumentación de la denominada Cobertura Universal de Salud (CUS) demorada desde hace un año. El encuentro iba a reunir al ministro de Trabajo, Jorge Lemus, y a quien hasta la noche del martes era el titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), Luis Scervino, con el secretario de Acción Social de la CGT, a la vez que titular del sindicato de Aysa (ex Obras Sanitarias), José Luis Lingeri, y el de Actas de la central, el cervecero Carlos Frigerio. El plan de la CUS permitiría dar cobertura a unos 15 millones de personas sin protección de salud con unos 8 mil millones de pesos provenientes de los fondos de las obras sociales.

Por la mañana Lingeri fue informado de la suspensión. Su realización o no en los próximos días será una señal de cómo puede llegar a evolucionar la relación Gobierno-CGT. La suspensión se debió a la necesidad de que asuma en la SSS quien hasta el martes era el gerente general de ese organismo regulador de las obras sociales sindicales, Sandro Taricco. La suspensión se interpretó inicialmente como una represalia del Presidente ante la actitud de Lingeri de participar del acto en Plaza de Mayo, toda vez que integra el sector de "los independientes", proclives al diálogo con el Gobierno, junto al estatal de UPCN Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez, de la construcción Uocra.

Taricco, al igual que Horacio Pitrau, director nacional de Asociaciones Sindicales de Trabajo, quien remplazará al despedido viceministro Ezequiel Sabor, son funcionarios de máxima confianza del titular de esa cartera, Jorge Triaca. De allí que en medios cegetistas se interpretó que Macri "aprovechó" el acto de la CGT para presentar los desplazamientos como una demostración de poder, cuando en realidad se trató de "resolver una cuestión interna" en el Pro. Desde hace tiempo que Triaca buscaba tener mayor control en su ministerio, toda vez que Sabor llegó al mismo después de haber sido subsecretario de Trabajo porteño durante el segundo gobierno macrista.

Nadie arriesga en la CGT a pronosticar si a partir de estas movidas se abre un período de mayor conflictividad en la relación. "Nada hace preverlo: las paritarias se cerraron más o menos bien. No hay tampoco despidos ni suspensiones masivas. Dependerá, por lo tanto, de cómo evolucione la situación económica", dijo a este diario un dirigente de uno de los mayores sindicatos industriales que integra la conducción de la CGT pero que el martes, como otros, prefirió estar abajo del palco.

Reunión con dirigentes sociales

En una decisión que tendería a fragmentar el frente de unidad con la CGT, el Gobierno recibirá mañana a las tres principales organizaciones sociales para avanzar en la implementación de la ley de emergencia social sancionada a fines de 2016, como en la sanción de otra de emergencia alimentaria.

Para eso los ministros de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Trabajo, Jorge Triaca, se reunirán con los dirigentes de la Ctep, la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie. Las tres organizaciones participaron del acto del martes de la CGT y la semana previa a las PASO habían protagonizado, por su cuenta, otra multitudinaria manifestación en el Día de San Cayetano.

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