La CGT Regional Mendoza llamó a todos los sindicatos miembros a sumarse al "estado de alerta y asamblea permanente" para manifestar el rechazo al proyecto de Reforma Laboral que impulsa el Gobierno. Y, según anunciaron desde el seno de la organización gremial, elevarán su postura ante la conducción tripartita a nivel nacional.
“Este no es un Proyecto de Reforma Laboral, sino un ataque a los trabajadores y sus derechos”, señaló la organización respecto a los pretendidos cambios en la ley de Contrato de Trabajo, antes de señalar la existencia de “maliciosas informaciones que difunden falsamente la posibilidad de arreglos o de complacencia con el mismo”.
Un frente común en Mendoza
Luego de ratificar su rechazo al proyecto oficial, desde la CGT local prometieron llevar adelante "todas las acciones necesarias para impedir su aprobación". Y a la vez, la "concientización de todos nuestros compañeros y de la sociedad mendocina sobre las consecuencias graves" de la reforma laboral.
Asimismo, la conducción provincial de la CGT anticipó que llevará ante la cúpula nacional "la decisión adoptada" por la Regional "acompañando de manera orgánica todas aquellas medidas dispuestas por el Secretariado Nacional que tengan por fin la defensa irrestricta de los Trabajadores de Mendoza. De hecho, el lunes 13 el titular en Mendoza, Luis Márquez, tiene previsto reunirse en Buenos Aires con los máximos responsables de la central.
Tal vez lo más contundente pasa por la declaración en nombre de todos los sindicatos que integran el Consejo Regional “en estado de alerta y asamblea permanente”.
A la espera de definiciones, de a poco se arma un frente común. “Con mesura y la mayor cantidad de información posible, más allá de que hay diálogo con los funcionarios provinciales, nos estamos reuniendo con representantes de distintas fuerzas políticas, porque hay preocupación. La precariedad laboral favorece las inversiones que busca el Gobierno y va ha hacer mucho daño a los sectores que se apoyan en la tercerización de servicios”, argumentó Alberto Rodríguez, del sindicato Luz y Fuerza y vocero de la CGT.
El centro de la crítica
A criterio de la Confederación General del Trabajo, la iniciativa configura una nueva versión de la flexibilización laboral que empezó a implementarse en la década de los ’90. Estos son algunos de los ítems cuestionados:
- Ataque al principio de SOLIDARIDAD: "Permitirá a las empresas no tener personal, subcontratando con empresas insolventes con tal que cobren poco. El resultado va ha ser trabajadores precarizados que solo tendrán empresas insolventes que demandar".
-Promoción del DESPIDO SIN CAUSA: Para la CGT, disminuirá "exponencialmente la indemnización por despido con la creación del Fondo de Cese laboral". Asimismo, destaca el incentivo al llamado retiro voluntario "que permitirá que aquellos trabajadores que tienen salarios o beneficios superiores a los previstos en el convenio colectivo de trabajo puedan renunciar ''voluntariamente" a estos derechos". El cálculo apunta que las indemnizaciones no superarán el 50% de los montos actuales.
-Legalización del fraude laboral vía monotributistas: "mediante la implementación del "trabajador autónomo económicamente dependiente" y de "trabajadores independientes colaboradores".
- Flexibilización de horario y precarización: "Por medio del "banco de horas" y del contrato a tiempo parcial (hasta un máximo de 10 horas diarias sin el pago de adicionales por horas extras). Además de las pasantías laborales.
Finalmente, el documento destila ironía. “No dudamos que los amigos del presidente aplaudirán la posibilidad del trabajo semiesclavo y de allí el esfuerzo por desinformar la población haciéndole creer en los brotes verdes de la economía. La única verdad es la realidad, estamos mal y vamos a peor”.