El titular del gremio UPCN y secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, consideró que "en el actual contexto, no es momento para hacer un paro" general y negó que los despidos de funcionarios tras la marcha del 22 de agosto hayan sido una represalia hacia el sindicalismo sino que respondieron a "un ordenamiento del área de trabajo".
Rodríguez reconoció que la dirigencia sindical debe "generar un programa" de acción para resolver los reclamos de los trabajadores pero aclaró que ese plan "en este momento no se debe explicitar a partir de un paro".
“Eso no significa resignar una lucha ni deshacerse de los reclamos de la agenda de los trabajadores, simplemente establecer que en el actual contexto no es momento para hacer un paro”, sostuvo.
En esa línea, Rodríguez advirtió en declaraciones a radio El Mundo que Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT, "en ningún momento afirmó (que se iba a realizar) un paro" durante su discurso en la marcha del mes pasado.
Para el dirigente de UPCN, el plan que se definirá en las próximas reuniones del Consejo Directivo “puede hasta determinar un diálogo con el gobierno para reivindicar la agenda propia de la CGT”. Sin embargo, el secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, advirtió ayer que “no se descarta un paro general, no se descartan otras movilizaciones”, lo que refleja las tensiones internas dentro de la organización entre quienes apuestan al diálogo con el gobierno y quienes apuran la convocatoria a una huelga.
Según Moyano, en la reunión del Comité Confederado prevista para el próximo 25 de septiembre la conducción sindical "va a discutir dentro de la CGT cómo se sigue confrontando a este gobierno que no escucha y que no recibe a los trabajadores".
Consultado por los recientes desplazamientos de sus cargos del ex viceministro del Trabajo Ezequiel Sabor y el ex superintendente de Servicios de Salud Luis Scervino, Rodríguez dijo que "”tiene nada que ver” con los gremios sino con “un ordenamiento del área de trabajo”.
Al respecto, negó que dirigentes de la CGT hayan querido bajarse de la marcha del 22 de agosto dado que esa medida había sido “ratificada en todos los estamentos” de la confederación, y relativizó el hecho de que algunos de ellos no hayan estado en el palco durante el acto.
“Hay compañeros que no llegaron al palco porque el acto comenzó antes, hay otra gente que decidió no ir al palco y acompañar a sus columnas. Lo importante es que todos los gremios se hicieron presentes y nadie puede desligarse de la responsabilidad de haber avalado la marcha”, explicó.
Por otra parte, aseguró “no” tener “el dato” de que el Ministerio de Modernización vaya a realizar más despidos después de octubre, sino que “por el contrario, está avanzando en efectivizar en planta permanente previo a un concurso a los que están en planta transitoria”.
Cabrera quiere menores costos laborales
De toda la industria, la ropa y el calzado tendrán una ley específica para reducir el costo laboral. El objetivo del Gobierno es ayudar al sector con más problemas de competitividad y con mayores índices de empleo en negro.
Así lo afirmó el ministro de Producción, Francisco Cabrera y confirmó que "en 2016 hubo menos importaciones textiles que en 2015 debido al freno al contrabando", que el sector ha sido ayudado por el Estado con los programas de empleo y que además se lanzaron los planes de cuotas "Ahora 3 y Ahora 6" específicamente para ropa y calzado fabricados en el país.
"Ahora empezamos a trabajar en un acuerdo particular con el sector textil y calzado para bajar los costos laborales, porque una parte de la cadena textil, la de confección, tiene una gran cantidad de empleados en negro. Muchísimos. Pedimos a cambio que blanqueen a su personal. Hay que hacerlo mediante una ley. Estamos por mandarla al Congreso y esperamos que la aprueben. Eso va a ir separado de la reforma impositiva", aseveró.
Reducción general
Sostuvo que, aunque habrá una ley específica para el sector textil y de calzado, su ministerio promueve una baja general de las contribuciones patronales y que ésta sea incluida en el proyecto de reforma impositiva que elabora el Ministerio de Hacienda y que próximamente enviarán al Congreso.
“La Argentina es un país que va a seguir teniendo salarios altos en dólares. Porque tenemos sindicatos fuertes y un contexto que está hecho de esa manera. Pero deberíamos bajar los costos laborales, porque perjudican al empleador. Hay 6 millones de trabajadores en blanco y 5 millones de trabajadores en negro. Nosotros impulsamos bajar los costos laborales disminuyendo las contribuciones patronales”, aseveró el ministro de Producción.
Dijo que Hacienda “está de acuerdo, aunque la restricción es un déficit fiscal muy importante” que el Gobierno se propone corregir.
"Tenemos que mostrar ante los mercados y a los empresarios que somos disciplinados en resolver la cuestión fiscal y que iremos reduciendo el déficit. Una reforma impositiva hoy debería ser neutra en este sentido”, planteó el ministro.