En media hora, con Shakira, Carlos Santana e Ivete Sangalo como figuras especiales, y con algunos baches iniciales, se desarrolló la ceremonia de clausura del Mundial de Brasil, cuando aún había muchos claros en el estadio Maracaná.
Es que el show comenzó a la 14.10 cuando muchos estaban llegando al estadio o haciendo las largas filas por las escaleras de esta mole de cemento.
Antes de que Shakira aparezca para el La la la (Brasil) y mover sus caderas acompañada por Carlinhos Brown, un grupo de bailarines hicieron una coreografía con trajes típicos de Bahía, portando las 32 banderas de los países participantes, teniendo en manos de las reinas las de Argentina y Alemania, los dos finalistas de este Mundial y cuyo campeón se iba a develar un par de horas después.
Sobre una fuerte lona con la bandera de Brasil sobre el césped para no dañarlo para el encuentro, se instalaron dos muñecos gigantes articulados y dos globos a modo de Brazuca, mientras en las cuatro esquinas había bailarines de algo parecido al tango.
El bache se produjo al principio cuando una música constante que se volvió monótona estuvo como diez minutos con los bailarines casi estáticos.
Tras la tercera aparición en la clausura de un Mundial de Shakira, que luego subió al escenario central con su hijo Milan para la despedida, llegó el turno del mexicano Santana para darle cuerdas al himno oficial del Mundial, "Dar um jeito" y marco a la voz del rapero Wyclef y el cantante brasileño Alexandre Pires, tocará el himno oficial del Mundial.
Finalmente la brasileña Ivete Sangalo puso música brasileña con un popurrí de lo más conocido de estas tierras junto a Alexandre Pires y la Escola do Samba Academicos do Grande Rio.
Todos juntos se fueron del estadio junto a los bailarines a la espera del partido.