La llegada de policías de la División Delitos contra la Integridad Sexual para buscar a tres nenas, tras la denuncia de abuso sexual que había radicado su madre en Guaymallén, alteró de tal forma a la mujer de 34 años que se atrincheró con las menores durante casi dos horas. La larga negociación que entablaron efectivos del grupo GRIS la llevó a deponer su actitud y permitir que las niñas fueran examinadas por el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI).
Según confiaron a Los Andes fuentes vinculadas a la investigación, los sabuesos de esa unidad de la Dirección de Investigaciones llegaron cerca de las 10 de este viernes a una vivienda ubicada en calle Pedernera al 1600 de Guaymallén. Iban a retirar a tres hermanitas de 8, 11 y 13 años de la casa de su abuela materna -quien tiene la custodia legal provisoria- ya que la madre había radicado una denuncia contra su ex pareja por abuso sexual.
Cuando los uniformados llamaron a la puerta se enteraron de que las menores estaban con su mamá en una casa ubicada en frente, en un conventillo. Entonces fueron hasta allí y fue cuando la situación se tornó tensa y caótica.
Ante el miedo de perder a sus hijas, la mujer se atrincheró y mantuvo con ella a las niñas. Desde el interior del inmueble les exigió a los uniformados que se retiraran o iba a quitarse la vida. Fue entonces cuando los policías alertaron al Grupo Fiscal Especial, que conforman la Unidad Fiscal de Homicidios y las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) de la Policía de Mendoza.
Dos de los grupos que integran los cuerpos de élite de esas fuerzas fueron convocados al lugar: el Grupo Especial de Seguridad (GES) y el Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS). Los negociadores de este último cuerpo fueron los que entablaron una conversación con la mujer que "se mostraba muy alterada, bajo un cuadro de crisis emocional", detallaron fuentes consultadas.
Una larga negociación
La mujer había cruzado a casa de su madre horas antes y retirado a las nenas, pese a que tenía orden de restricción, de acuerdo al relato de los pesquisas. Tras los primeros minutos de negociación, la alterada mujer accedió a dejar salir a sus dos hijas mayores pero permaneció con la de 8 años en la vivienda.
Al salir, las pequeñas relataron que su mamá tenía un cuchillo y mostraba intenciones de quitarse la vida. Con el nuevo dato, los efectivos del GRIS continuaron las conversaciones con la fémina -de quien se reserva la identidad al haber menores involucrados y por ser un delito de instancia privada el denunciado- pero en ningún momento observaron que tuviera un arma blanca.
Cuando faltaban algunos minutos para las 13, los negociadores convencieron a la mujer de que se entregara y liberara a la menor de sus hijas. Y así lo hizo.
Las menores fueron trasladadas junto a su abuela materna al ETI para cumplimentar la medida judicial y ser sometidas a exámenes, mientras su madre era alojada en la Oficina Fiscal 8 de Guaymallén en averiguación de los hechos. Luego será sometida a análisis ya que, según confiaron a este diario los investigadores, tiene antecedentes por trastornos psiquiátricos y ha estado bajo tratamiento por ello.