Muchos de los mendocinos que tuvieron la posibilidad de vacacionar en las playas chilenas, manifestaron su sorpresa por la cantidad de edificios que se encuentran en construcción. Es más, frente a algunos planteos que se preguntaban sobre la posibilidad de que en Chile pudiera producirse una ruptura de la "burbuja inmobiliaria" que afectó a España, recibieron como respuesta que en el país europeo el problema se planteó porque los bancos otorgaban préstamos a gente sin exigirles respaldo alguno, mientras en Chile se maneja muy bien el tema del cobro a través de las unidades de fomento.
Las UF, como se las conoce en el país vecino, constituyen una excelente forma de ahorro para la gente en razón de que se actualizan diariamente de acuerdo con la inflación -que es de sólo un 4 % anual- y con respecto a la Argentina allí no existe ningún Indec mentiroso. Así entonces, la gente suele acopiar UF para poder acceder a la vivienda propia, con el agregado de que en los casos de trabajadores que no tienen casa propia, el Estado se hace cargo de un porcentaje del precio final.
En la Argentina la situación es muy diferente. A aquel que intente alcanzar su vivienda propia la situación se le complica superlativamente. Porque en la gran mayoría de los casos los préstamos para vivienda les resultan inalcanzables, por el monto de la cuota y por las exigencias respecto del salario que deben percibir, razón por la cual todo se circunscribe a los planes Procrear o a las casas que construye el Instituto Provincial de la Vivienda. En el primero de los casos, el máximo del crédito es de 520 mil pesos, lo que le permite construir una vivienda de poco más de 71 metros cuadrados, de acuerdo con el costo de construcción que estima la cámara respectiva. Para el caso de aquellos que consideren ahorrar para construir por cuenta propia, la inflación le juega absolutamente en contra. Porque en ese rubro la inflación anual alcanzó el 40% y, en algunos insumos un 45%. Así entonces, si en enero del año pasado comenzó a juntar dinero para poder construir, con un costo de 5.191 pesos el metro cuadrado, un año después debió desembolsar 7.252 pesos por la misma cantidad de materiales.
Esa situación ha derivado en que el rubro de la construcción se encuentre deprimido y sólo se observan obras públicas, de acuerdo con lo que señalan las cámaras y empresas del sector. Con otro hecho no menos interesante: a diferencia de lo que sucede en otras partes del mundo, donde cuando la demanda cae los precios de las viviendas o de los materiales lo hacen correlativamente, en la Argentina pasa todo lo contrario, por lo que todo ha aumentado. De allí que muchos opten por invertir en otros rubros para no perder el valor de la moneda.
os encontramos así con la crisis más larga que ha tenido el mercado inmobiliario, como lo ha señalado el flamante titular del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliario de Mendoza, quien aseguró que la crisis comenzó en 2011 con el cepo al dólar, destacando que en Mendoza las propiedades superiores al millón de pesos están dolarizadas, por lo cual la venta se estancó.
El tema de la vivienda debería ser uno de los prioritarios a abordar por los candidatos en este año electoral. Porque la construcción es una de las actividades que genera mayor cantidad de fuentes de trabajo, tanto directas como indirectas y porque sería una forma de responder a las necesidades de miles de familias que sueñan con la casa propia. Y también para aquellos que aún añoran aquella afirmación que indicaba que la mejor inversión era ahorrar en ladrillos.