Gustavo Alfaro se despidió hoy de Boca Juniors y su gente a través de una extensa carta abierta. El técnico que habló de "sensaciones ambiguas" marcó un ciclo, agradeció por haber trabajado en "un club único y diferente" y lamentó haber "quedado a mitad de camino en un proceso" y de no haber podido ganar la séptima Copa Libertadores.
"No fue sencillo aquel 3 de enero ponerse al frente de un plantel que se encontraba con su orgullo dañado, pero dispuestos a ofrecer nuevamente su corazón, como lo marca su historia, pero también, como lo define un rasgo característico de este plantel, que es ponerle el pecho a cada desafío", arrancó el DT, a la vez que agradeció al ex presidente Daniel Angelici por haberle dado la posibilidad de hacerse cargo y al secretario técnico Nicolás Burdisso? por la confianza y las "interminables charlas de fútbol".
Párrafo aparte fue para los jugadores “por su compromiso y su dedicación, por sus ganas permanente de superarse".
"Como se los dije en muchas charlas, saben lo lindo que fue jugarme la vida, y mirar para el costado y verlos a ustedes, preparados y con la cara pintada en la trinchera, dispuestos a dar batalla. Un plantel de HOMBRES (sic), que merece lo mejor, y que no tengo dudas que en las próximas 7 fechas le pondrá una estrella más a ese escudo plagado de ellas".
Sobre aquel Superclásico ganado el 23 de octubre -pese a no alcanzarle para clasificar, Alfaro dijo: "Nunca voy a olvidar, mas allá del dolor, la noche del superclásico que ganamos y con el orgullo que recorrí esos metros desde el banco hasta el túnel, por la demostración de coraje que dieron los jugadores".