La carne quiere volver a la mesa de la mano de los mayoristas

Su consumo bajó 3,7% entre enero y mayo pero una nueva megacarnicería en Mendoza provocó un “boom carnívoro”.

La carne quiere volver a la mesa de la mano de los mayoristas
La carne quiere volver a la mesa de la mano de los mayoristas

El consumo de carne entre los argentinos bajó 3,7% en los cinco primeros meses de este año, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados nacional, lo que implicó 55 mil toneladas menos de este producto vacuno en el mercado respecto de enero-mayo de 2013.

Esto redundó en un descenso en la producción industrial del 4,8%, mientras que en promedio se estima que cada argentino consumió en ese período 59 kilos de carne, 2,8 kilos menos que el año anterior.

En la práctica, esto traduce una coyuntura económica difícil por la cual mucha gente debió ajustar el bolsillo al momento de ir a la carnicería.

Según comentan los propios carniceros, para quienes no quieren resignar la calidad de un corte la estrategia es comprar el mismo monto de dinero de la misma carne pero obviamente menor cantidad; o, en menor medida, optar por cortes más económicos; asimismo, en épocas difíciles como ésta, la molida se transforma en el caballito de batalla.

Pero otra alternativa es optar por comprar en grandes cantidades, como lo han hecho los miles de mendocinos que la última semana abarrotaron las góndolas de la megacarnicería "Carnes de mi Campo", ubicada estratégicamente junto a un mayorista de productos de almacén.

Ambos locales inauguraron el lunes sus nuevas instalaciones en un punto limítrofe entre Godoy Cruz y Guaymallén, en la zona de Costanera y Rodríguez Peña.

Según advirtió Los Andes, este mayorista de carnes ha revitalizado la posibilidad de muchos de acceder a un producto tan preciado para el argentino y al cual le cuesta tanto resignar en la mesa diaria.

Más barato en cantidad "Compro habitualmente en mayoristas, así que vine a conocerlo y la verdad es que he encontrado buenos precios", comentó Rubén (65), de Las Heras, quien ayer por la mañana recorría el local.

Es que en el lugar confluyen vecinos de diferentes departamentos a quienes no les importa demasiado tener que trasladarse con tal de llevar alivio al bolsillo.

Andrés Martorell, gerente comercial de la firma, explicó que si bien el público objetivo de la empresa es principalmente el mayorista, los últimos meses han notado un aumento exponencial en la cantidad de consumidores finales que acuden.

A modo de ejemplo, comentó que venden 2 mil kilos de carne molida por día (de ambos tipos). "Atendemos a gente que puede adquirir grandes volúmenes porque no nos dan los tiempos para atender minorista", dijo, por eso los productos se encuentran listos para autoservicio.

Martorell comentó que venden mucho los cortes enteros al vacío, que son excedentes de exportación, pero que se pide una compra mínima de $ 300.

Al respecto, dijo que la gente antes no los conocía pero de a poco se han ido instalando y aceptando, y que sus productos son muy convenientes ya que pueden adquirirse por lotes y venderse al cliente a mejor precio.

Además, "permiten una mejor conservación, de entre tres y cuatro meses si permanece cerrado, sin alterar su sabor". Por ejemplo, la bola de lomo cuesta $ 42 de esta manera, mientras que en una carnicería ronda los $60.

Ayer, en el comienzo del fin de semana, gran parte del interés de los compradores se concentraba en ver qué "tirar a la parrilla" hoy. Las costillas o el matambre pueden conseguirse a $ 56, en un espacio que también ofrece pollo, chivo, lechón, pescados y mariscos, además de diversos panificados.

Por eso varios destacaron que un mayorista les da variedad de productos y la posibilidad de adquirir en cantidad para hacer verdadera economía. El pollo, por ejemplo, puede comprarse en diferentes partes por cajas de 5, 10 y 15 kilos, mientras que los cortes completos de carne vacuna vienen al vacío.

Entre ellos se ofrece por ejemplo palomita a $ 43 el kilo, lomo a $ 90 y cuadrada a $ 50. Por eso algunos clientes comentaron que una buena opción es comprar entre varias familias.

La limpieza, la ubicación y la comodidad fueron los aspectos que destacó Silvia (48), oriunda de Maipú, quien agregó que "los precios están a la vista y no son confusos como en otros lugares".

Silvina (41), del mismo departamento, señaló que "la carne está más barata que en cualquier súper. La llevo y la frizo, lo cual es cómodo porque la tengo disponible y ahorro tiempo".

Ezequiel (24), por su parte, encontró una oportunidad en las costeletas de cerdo y las costillas y por eso no dudó en ponerlas en su carrito. Había pasado primero por el mayorista de almacén, por lo que hacía cuatro horas que estaba deambulando por los pasillos.

Por eso señaló como un punto negativo el hecho de tener que comprar primero en un lugar, pagar, tener que dejar la mercadería y luego entrar en el otro, ya que se trata de dos empresas diferentes.

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