"La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida".
Bernard L.B. de Fontenelle (1657-1757). Escritor francés.
La preocupación por el deterioro de la capa de ozono en los últimos años, motivó su tratamiento por las Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU llevada a cabo el 16 de setiembre de 1987, generó la firma del Protocolo de Montreal. En 1994, esta Asamblea proclamó el 16 de setiembre como el "Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono".
Breve introducción
La capa de ozono fue descubierta en 1913 por los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson.
¿Cuál es su función?: "El ozono actúa como filtro, o escudo protector, de las radiaciones nocivas y de alta energía, que llegan a la tierra permitiendo que pasen otras como la radiación ultravioleta de onda larga que, de esta forma, llega a la superficie. Esta radiación es la que permite la vida en el planeta, facilitando la fotosíntesis del reino vegetal, que se encuentra en la base de la Pirámide Trófica".
Cabe una aclaración sobre las radiaciones las que, en general, afectan nada más ni nada menos que nuestra subsistencia en este planeta. La alimentación y el lugar donde vivimos son la clave de nuestra salud, que malgastamos al separarnos de hábitos y conocimientos naturales.
La Geobiología "es una ciencia limítrofe entre la geología y la biología que trata de todo aquello que pueda afectar la salud y el bienestar de las personas en su entorno y, más concretamente, en su Hábitat. Sintetizando: es la Ciencia que estudia las energías que emanan de la tierra y la relación que existe entre estas energías y los seres vivientes".
Expertos sobre esta temática hacen mención a la "contaminación invisible", porque vivimos rodeados de radiaciones que no se ven pero que afectan a nuestra salud.
Es por ello que la Geobiología busca mejorar el bienestar y la salud de las personas (también llamada Salud Geoambiental).
En el Hábitat (lugar que ocupa una especie animal o vegetal) hay que tener en cuenta 7 factores de riesgo fundamentales:
Primero: Los materiales de construcción, sus niveles de radiactividad, su composición química que en ocasiones es tóxica o amplificadora de las radiaciones tecno cosmos telúricas.
Segundo: Los campos electromagnéticos, ya sean los exteriores producidos por las líneas de alta tensión y los transformadores o los interiores producidos por los equipos electrodomésticos y las redes eléctricas de la vivienda.
Tercero: La ionización del aire, proporción adecuada de iones positivos y negativos así como la cantidad de iones por centímetro cúbico.
Cuarto: El ruido.
Quinto: Las formas estructurales de la casa y de su interior, la distribución interna de los locales y los muebles.
Sexto: La orientación según las coordenadas geográficas.
Séptimo: La luz y el color. La adecuada observancia y estudio de estos factores de riesgo contribuye a una segura ambientación de los espacios a fin de no permanecer en lugares dañinos a la salud.
"En la actualidad se realizan estudios de geobiología en los terrenos donde se proyecta construir (viviendas, hoteles, etc.). Se previenen riesgos para la salud, dada la ubicación de un edificio en un lugar con características geopáticas. Terreno al que concurren factores ambientales o telúricos (agua subterránea, fallas, etc.), no alcanzando los niveles energéticos mínimos para considerarla saludable".
Un informe de la ONU (actualizado en 1914) declara que debido al protocolo (de Montreal), "los niveles de concentración atmosférica de gases dañinos podrían haberse multiplicado por diez antes de 2050. Todo parece indicar que el proceso se ha revertido".
Reflexión final
La sustentabilidad de nuestra subsistencia en este planeta es por demás complicada, principalmente ante la cantidad de fenómenos que nos acosan. A esto se suma el uso desmesurado de los recursos naturales que nos contienen. Lo volcado sintéticamente en estas líneas, ante todo, nos muestra lo complejo que es vivir en este planeta (que todavía no conocemos en su totalidad).
Sitios de referencia: www.bvsde.paho.org/arquitectura/ www.elmundo.es/ciencia/2014/- El Mundo (Madrid-11/9/2014)- Organización Meteorológica Mundial (WMO) y por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Organización Meteorológica Mundial (WMO) y por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)