El costo de llenar un changuito con una canasta de 33 artículos de primera necesidad que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA) creció 69,5% entre enero de 2015 y mismo mes 2016. A principios de este año, la CBA se ubica en $ 3.900,15 para una familia tipo de cuatro personas, mientras que en el mismo período de 2015, llenar el changuito costaba $ 2.300,85.
Estos datos se desprenden de un relevamiento de precios elaborado por Los Andes, cuyos valores fueron codificados teniendo en cuenta -en la mayoría de los casos- comparación de listas de Precios Cuidados (enero 2015 vs. enero 2016).
De este modo, la CBA elaborada por este medio definió sólo aquellos alimentos necesarios en relación a un cuadro calórico de un hogar promedio con dos adultos y dos menores, definido por el Indec. Asimismo, cabe destacar que dentro de este carrito no se incluyen productos de limpieza para el hogar o personal.
Para poder expresar cómo impactan los aumentos expresados en la CBA en una familia, se toma como referencia el salario mínimo vital y móvil, el cual actualmente es de $ 6.060 pesos. Teniendo en cuenta que en hogar tipo, madre y padre trabaja, el ingreso mensual equivale a $ 12.120. Por lo tanto, la canasta de 33 productos representa el 33% de los ingresos de una familia tipo. Mientras que en enero de 2015, el salario era de $ 4.716, lo que deja una entrada mensual de $ 9.432. En ese entonces, la CBA representaba el 24% de dos salarios mínimos vital y móvil.
Incrementos
Al desagregar la lista de productos de la CBA, puede obtenerse que algunos artículos fueron los que mostraron mayor incremento en sus precios. Por lejos, se destaca el rubro carnes. Uno de los motivos que explica esta situación es que la última lista de Precios Cuidados -primera del Gobierno de Mauricio Macri- no cuenta con este ítem. Por esto Los Andes comparó valores de Precios Cuidados 2015, versus los mismos cortes que se encuentran en supermercados actualmente.
Uno de los alimentos que deja al descubierto la suba es el pollo. En enero de 2015 el kilo de pollo congelado con menudos se pagaba a 18,50 pesos. Hoy se abona a $ 42, un 120% más caro. En el caso de los cortes de carne vacuna, todos muestran subas superiores al 50%. Por ejemplo, el kilo de bola de lomo, que se usa para las milanesas, trepó de 80 a 125 pesos.
La carne picada común de novillito, que estaba aproximadamente en los $ 31,70 por kilo, empezó 2016 a un promedio de $ 59,99 (89%), mientras que el roast beef sin marca, línea de supermercado, también registró una importante diferencia, pasando de $ 42 el kilo a $ 69,99 (66%). A la vez, cuando se comparan ambas canastas se observa subas mayores en cortes tales como tapa de asado. El kilo de ese corte, escaló de 44,10 pesos el kilo a 109 pesos (147%).
Otro ítem, fue el de la leche entera. La marca Sancor, entera de un 1 litro en sachet, tuvo un incremento del 36 por ciento ($ 8,50 en 2015 y $ 11,59 en enero 2016). Mientras que el pan, otro producto de alta sensibilidad, pasó de 18 pesos el kilo a $ 30 en promedio, lo que registra una diferencia de valor de un año a otro del 66%.
Con variaciones mayores a la de la CBA, se encuentra la manteca. La marca La Paulina de 500 grs. en enero del año pasado estaba a $ 30 -según la lista de Precios Cuidados-. Hoy la misma marca y cantidad, se encuentra en los supermercados a $ 63,89, una diferencia de precio de 112%. Lo mismo sucede con la sal fina. En enero de 2015 la línea Dos Anclas de 500 grs. estaba a $ 5,85 y ahora está a $ 10,25, una diferencia del 75%.
Un punto en el cual hicieron hincapié -tanto economistas, como representantes de Protección del Consumidor- es que los incrementos mayores se dieron en aquellos productos que quedaron fuera cuando se relanzó el plan Precios Cuidados, los cuales fueron, justamente, carne, frutas y verduras.
En este sentido, por ejemplo, cuando se compara frutas de la CBA, la diferencia de valores llega al 70%, mientras que verduras escaló casi al 100%. Para el Indec, una familia tipo debería consumir cerca de 12 kilos de verduras al mes, lo que da un valor promedio de $ 227 -entre acelga, papa, zanahoria, cebollas, lechuga, tomate, entre otros-. Mientras que los mismos alimentos y cantidad, el año pasado, se podían conseguir en un supermercado, a un valor minorista de $ 115.
Devaluación y especulación
Estas palabras, a grandes rasgos, son parte de la explicación de los incrementos.
Julieta Calela, directora de la Dirección de Protección del Consumidor dependiente de la Municipalidad de Luján de Cuyo, coincidió con los registros de incrementos que muestra la CBA elaborada por Los Andes. De hecho, sumó que más allá de los alimentos, productos de limpieza e higiene, así como pañales, también mostraron fuertes aumentos, sobre pasando la inflación con la que cerró 2015.
Con respecto al motivo, Calela estimó que se debe principalmente a que muchas marcas terminaron el convenio que tenían con supermercados y con el Gobierno bajo el programa de Precios Cuidados. “Aprovecharon y colocaron valores a su conveniencia”, insistió la representante de Protección al Consumidor. Sin embargo, Calela dijo que hasta antes de las elecciones, “los precios venían incrementándose al ritmo de la inflación. Pero a finales de noviembre, principios de diciembre, justamente con el cambio de Ejecutivo nacional, alimentos como carnes y lácteos, se dispararon”.
Coincidente con estas apreciaciones, el economista Sebastián Laza atribuye los fuertes aumentos a los efectos de la devaluación y especulación ante cambio de gobierno. El efecto de la carne, para este profesional, es que al ser un producto de exportación está muy pegado al dólar. Por lo tanto, “hay una parte de su aumento que se debe a este motivo”. No obstante, otra parte es mera especulación, -dijo Laza- y “eso queda de manifiesto en la pronunciación del gobierno nacional, de comenzar a importar y traer carne de Uruguay”.
Además, el economista explicó que los incrementos más altos de 2015 se dan en productos básicos, precisamente los que componen la canasta, debido a que “son productos sensibles e irremplazables en un hogar y el consumidor ante las subas, es más tolerante a la hora de pagar más ya que son difíciles de sustituir”. De hecho, subrayó que la CBA sube más que el IPC, el cual cerró 2015 en el orden del 30%.
En este caso, cuando se analiza esos números, se observa que alimentos y bebidas tuvieron las variaciones más importantes, mientras que medicamentos, alquileres, expensas y artículos de de higiene y limpieza, mostraron aumentos menores que rondaron el 20%-25%.
En relación a los aumentos de frutas y verduras, además de sus incrementos por quedar fuera de precios cuidados, para Marta Rizzo, socia fundadora de la ONG Prodelco, expresó que el problema es que los supermercados colocan precios desmedidos. Es así que recomienda comprar este tipo de alimentos en los mercados cooperativos, los cuales tienen diferencia de precios del 100% y “no sólo más económicos sino que los grandes centros de distribución trabajan con mayor calidad”.
Por otro lado, el economista Sebastián Laza dijo que “dependerá mucho de lo que suceda con el dólar durante todo el año y cómo el Gobierno establecerá arreglos para que los valores no se disparen, porque los precios son sensibles a las devaluaciones”.