La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) solicitó formalmente al Gobierno nacional la actualización de los montos de facturación máxima que determinan qué empresas son consideradas pymes y cuáles no.
A través de un comunicado oficial, representantes del organismo aseguraron que cientos de empresas han quedado excluidas injustamente en los últimos años por causa de la inflación y han perdido los beneficios que se otorgan para las compañías de pequeño tamaño.
Vicente Lourenzo, vocero de CAME, explicó que “los límites de facturación fueron ajustados por última vez en abril de 2013 y hoy han quedado muy desactualizados por los efectos de la inflación sobre los costos y los precios”.
Según reglamenta la Resolución 50/2013, la facturación máxima que puede tener una empresa de actividad agropecuaria para ser considerada Pequeña y Mediana Empresa es de $ 54 millones por año. Para la industria y minería el límite es de $ 183 millones; para el comercio es de $ 250 millones; para servicios es de $ 53 millones y para construcción es de $ 84 millones.
El presidente de CAME, Osvaldo Cornide, pidió a la ministra de Industria, Débora Giorgi, la actualización de los valores referenciales de facturación de las Pymes de acuerdo a los índices inflacionarios establecidos por Indec.
Los beneficios en juego
El que una empresa sea legalmente considerada pyme o no, decide una serie de beneficios y facilidades que pueden garantizar la competitividad de dicha firma.
Vicente Lourenzo, de CAME, repasó cuáles son los principales perjuicios que debe enfrentar una compañía al dejar de ser considerada Pyme.
“El problema más grande es que, al salir de la categoría de pyme, las empresas quedan alcanzadas por la Ley de Abastecimiento, la cual fue creada para regular a las grandes empresas. Es decir que estará atada a reglamentaciones que se adaptan a la realidad de compañías de mayor tamaño y no a sus necesidades particulares”, indicó.
El segundo punto conflictivo es la pérdida de los beneficios de la tasa de interés subsidiada llamada “de inversión productiva”. A través de ese plan, “las pymes logran créditos con una tasa de 17,5% pero, sin ella, deben aceptar los intereses que impone el sistema financiero”, señaló Lourenzo.
En tercer lugar, el vocero de CAME mencionó que, al dejar de ser pyme, las empresas quedan imposibilitadas de acceder a una garantía otorgada por una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). Cabe recordar, que las SGR son una alianza entre empresas de diferente tamaño que facilitan el acceso a los créditos bancarios.
El cuarto beneficio perdido por las empresas que superan los límites de facturación determinados por ley es la posibilidad de presentar ofertas 5% más altas en los programas de Compre al Sector Público.
“Además, debe tenerse en cuenta que aquellas empresas que no son consideras pymes, se ven imposibilitadas de acceder a la ayuda de organismos como Fundación Exportar y ProMendoza”, observó Lourenzo.
En tanto, el contador Mario Comellas aclaró que también existe un componente impositivo en juego. “Aún está vigente la tasa diferencial para contribuciones patronales. Las pymes pagan 17%, frente al 21% que abona el resto de las compañías. En caso de pasar los límites de facturación impuestos por la Resolución 50/2013, pasarán a pagar 4 puntos porcentuales más de lo habitual”, indicó el especialista.
Apoyo de la UCIM
Juan Viciana, vicepresidente primero de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), se sumó a las quejas impuestas por la CAME y opinó que ,"además de actualizar los límites de facturación, se deben buscar soluciones de fondo para que no se produzcan nuevos desajustes".
“La inflación altera todo tipo de parámetros. Deja cortos los mínimos no imponibles de impuestos y altera categorizaciones como en el caso de las pymes. Por eso, hasta que no se desarrolle un plan serio para combatir la inflación, estos problemas serán interminables”, comentó Viciana.
“En el caso de las pequeñas y medianas empresas, tras dos años de congelamiento de los límites de facturación, era predecible que esto pasaría. Numerosas firmas dejan de ser consideradas pymes por un crecimiento de facturación en términos nominales, pero siguen siendo chicas en términos reales”, añadió el representante de UCIM.
Contra La Salada
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se presentó ante la Justicia en la causa que investiga la existencia de talleres clandestinos que proveerían de mercadería ilegal a La Salada, informó la organización a través de un comunicado.
“Con la firme decisión de impulsar la investigación, CAME se presentó como querellante particular en la causa N° 1827/13 que tramita ante la Secretaría N° 7 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7, a cargo del doctor Ariel Lijo”, comunicó la CAME quien desde hace tiempo viene denunciando la venta ilegal que “destruye al comercio y desalienta la industria”.
