El fútbol es tan impredecible que hay casos que parecen ser sobrenaturales. Suiza eliminado en octavos de final de Alemania 2006 sin recibir goles en contra y hasta Argentina invicto en Copa América desde 2007 acumulando frustraciones tras frustraciones en la competición continental.
La madre de todas las paradojas tiene como protagonista a España. Eliminado en octavos de final por Rusia, lleva 23 partidos invictos contando competiciones oficiales y también amistosos. La última vez que un rival lo superó durante los 90 minutos fue en la Eurocopa 2016 jugada en Francia.
También en octavos de final, y en lo que sería la salida de Vicente Del Bosque, Italia le ganó 2-0 con goles de Chiellini y Pellé, y lo sacó del torneo.
Fue un 27 de junio. Desde ese momento pasaron 734 días, en los que cosechó 15 triunfos y 8 empates. Tremendo.
La Furia Roja llegó a ganar seis partidos al hilo. En total hizo 69 goles y le hicieron 19. En esta racha activa, le ganó 6-1 a Argentina, 2-0 a Francia, 3-0 a Italia, y empató 1-1 con Inglaterra y Alemania. Tantos resultados no sirvieron de nada para, por caso, darle una mejor despedida a Andrés Iniesta.
Sí, un verdadero chiste de gallegos.
Toque, pase, cambio de juego, toque, atrás. Así hasta batir el récord. La selección española estableció ante Rusia un récord de más de mil pases completos, 1.029 de 1.137 intentados, con un grado de acierto del 91 por ciento, y con 25 remates, nueve de ellos a portería, inútiles para evitar su eliminación en los octavos de final.
Desde las estadísticas, el empate al final de los 90 minutos y de la prórroga y la derrota en la tanda de los penales es impensable, porque España fue mejor en casi todas a su adversario, con una posesión del 75 por ciento por el 25 de su rival con la que controló el balón.
De sus 137 kilómetros recorridos, 77,01 fueron cuando la pelota era suya, según los datos oficiales de la FIFA del partido.
España conectó 1.029 pases, Rusia sólo 202 de 285. Del 91 por ciento suyo de éxito en esa destreza al 71 por ciento de su contrincante. También lo intentó mucho más en ataque, con 25 tiros, de los que nueve fueron a portería, seis fuera y diez bloqueados.
De los seis lanzamientos de Rusia, solo uno encontró el marco rival, el gol de penalti, sin contar la tanda definitiva de los once metros.