En este año no hubo equivocaciones a la hora de anunciar los ganadores, ni caídas en la alfombra roja. Ni siquiera momentos memorables, piensan algunos. Pero lo que distinguió a esta 90 edición del Oscar vino desde otro lado.
Es que, cuando se supo que habían sido los Oscar menos vistos de la historia, se armó la polémica. Con apenas 26,5 millones de espectadores, la audiencia se desplomó un 19% respecto al año pasado. La más baja de la historia había sido la de 2008, año que condujo Stewart y se llevó el premio mayor "Sin lugar para los débiles", de los hermanos Coen.
El tema no pasó desapercibido para el primer mandatario, quien lanzó varios tuits riéndose de los Oscar y todo Hollywood.
Lowest rated Oscars in HISTORY. Problem is we dont have Stars anymore - except your President just kidding of course
mdash Donald J. Trump realDonaldTrump March 6 2018
"Los Oscar con menor audiencia de la historia. El problema es que ya no tenemos estrellas, excepto vuestro presidente (es broma, por supuesto)", escribió Trump ayer el presidente del jopo prominente.
Y fue una respuesta que se esperaba, puesto que él fue un blanco recurrente en la ceremonia, que condujo Jimmy Kimmel. Antes había apuntado en la red social contra Alec Baldwin, de quien dijo que su carrera "moribunda" se había reactivado a causa de la "mediocre" interpretación que hizo de él en "Saturday Night Live", y de la propia Oprah Winfrey, a quien vio -según dijo- "muy insegura" en un programa periodístico de alta audiencia, "60 minutos".
Pero fue Kimmel quien salió a responderle "oficialmente" también desde Twitter, diciéndole: "Gracias, presidente con la más baja calificación de la historia".
La mala relación entre Trump y Hollywood no es ninguna novedad. Una de las caras visibles de la industria, como la propia Meryl Streep, apoyó abiertamente a Hillary Clinton en campaña y luego se paró en contra del gobierno actual. Trump la llamó públicamente "actriz sobrevalorada".