En los próximos días la Justicia definirá en qué situación continúa siendo investigada la "bruja" acusada por el crimen de León Domingo Burela (64), el médico que mataron a tiros en su casa de Las Heras. Esta mujer reclama la libertad por cuestiones de salud y por falta de pruebas, según su defensa. El caso también tiene detenida a la esposa de la víctima.
Ayer por la tarde se llevó adelante un control jurisdiccional solicitado por la abogada de Mónica Castro, conocida como la "bruja" por sus prácticas vinculadas a la magia negra. Susana Soletti, representante legal de la sospechosa, pidió revisar el expediente y reclamó la liberación de su cliente.
Entre sus argumentos, detalló que está detenida por "indicios y no por pruebas" y que necesita volver a su domicilio porque tiene a su cargo un hijo de 11 años, otro de 21 y a su padre de 90.
Además, apuntan a una situación médica por una reciente operación que le realizaron a Castro en la nariz. Esta intervención ya estaba programada antes de que fuera arrestada y ahora debió salir de la cárcel para que se la realizaran en una clínica céntrica. Castro está alojada en el penal de Agua de las Avispas y, según su abogada, no es un lugar ajustado a medidas de higiene y seguridad para que permanezca tras una operación.
Por todo esto, pidieron liberarla o, al menos, prisión domiciliaria. A estos puntos respondió la fiscal Claudia Ríos Ortiz, a cargo de la causa. En cuanto a la salud de la imputada, explicó que fue una cirugía por "carnes crecidas en la nariz, a lo que los médicos le aconsejaron reposo relativo y no realizar esfuerzos". La investigadora aseguró que en el centro penitenciario ha tenido todos los controles y la asistencia correspondiente, "con la posibilidad de deambular por los espacios de 8 a 20, en un lugar que no tiene más de 10 celdas".
Ríos agregó que se trata de una "cirugía ambulatoria y que no ha presentado fiebre ni molestias. Hay internos hasta con problemas cardíacos y lo de la imputada no me parece motivo para liberarla", añadió. Respecto al cuidado de sus parientes, la fiscal apuntó que hay un mayor de eda -el de 21 años- que puede hacerse cargo del resto y que en la casa hay una mujer que trabaja allí para atenderlos. A esto último la defensa respondió que esta persona se irá de la vivienda ya que "nadie le paga y necesita otro empleo".
En otro tramo de la audiencia la fiscal enumeró las pruebas y describió las charlas telefónicas que habrían delatado a las acusadas. También remarcó que las "creencias" de la bruja podrían entorpecer la investigación. Esto porque durante su detención se hallaron en su vivienda fotos de Claudia Ríos Ortiz y de policías de Homicidios, acompañadas por mensajes intimidantes y esperando que nunca se sepa la verdad del crimen. Además, había botellas con sangre y otro tipo de rituales.
Ante este escenario los pesquisas se oponen a la libertad y a la domiciliaria, entendiendo que hay riesgo procesal y posibilidad de fuga por la posibilidad de recibir perpetua en un futuro juicio.
El juez Federico Martínez escuchó a las partes y ordenó un cuarto intermedio para definir en la próxima audiencia.
Castro y su amiga Elizabeth Ventura, la viuda de Burela, están presas desde el 10 de octubre pasado, imputadas por homicidio agravado por el vínculo. En el caso de la "bruja" como partícipe necesaria y la otra mujer como autora intelectual. Entre las dos habrían planeado el asesinato y contratado a un sicario, que aún no está detenido.