Suela. Balón dominado. Amague de un pase recto al sector contrario, pero arrancó y le metió velocidad en la paralela, primer rival atrás, salió al poste contrario a cortarla, balón al ras del piso, la pisó y gambeteó con frialdad despertando el "uhh" del público presente, ingresó al área y remató cruzado.
La pelota se metía, hubo un intento de rechazarla por parte de Tolaro, pero "la mimosa" besó la red porteña. Golazo. Así arrancó el juego entre Mendoza y Metropolitana. Un inicio a todo orquesta. ¿Quién levantó los suspiros de los amantes del futsal? Ontiveros, la crack de Cementista.
Casi desde los vestuarios, el conjunto de Ayala sacó ventajas. En los minutos posteriores, Mendoza demostró que le sobraban motivos para ir ganando. Presión alta ante un rival sin ideas. Con el balón en su poder, el local hizo circular la bocha por todo el frente de ataque. El segundo tanto llegó tras una excelente jugada de cuatro toques que Leiva definió de frente al arco. Golazo.
Con dos tantos de ventaja, Ayala siguió con la rotación de sus jugadoras y esto le permitió que la intensidad y el ritmo no se resintiera. Por esta razón llegó el tercer grito tras una exquisita definición de Romero. Minuto después presión, robo y penal sobre Ontiveros que Di María cambió por gol.
En el complemento, la historia no cambió. Mendoza fue muy superior sin tener en cuenta la diferencia y el resultado. Tercer encuentro de la Borravino y tercer triunfo con goleada. Sobran motivos para pensar que el tricampeonato se puede lograr.
