El dispositivo explosivo integrado en una laptop que detonó la semana pasada en un avión de pasajeros de Somalia era “sofisticado” y pasó por las máquinas de rayos X en el aeropuerto Mogadiscio, comentó una fuente cercana a la investigación.
El descubrimiento plantea una grave la preocupación acerca de las medidas de seguridad en los aeropuertos de África, que motivarán nuevas medidas de control.
El dispositivo produjo un agujero en el fuselaje del avión de Daallo Airlines pero no derribó a la aeronave porque detonó a los 20 minutos después de que despegara el vuelo, antes de que alcanzara la altitud de crucero.
El terrorista sospechoso salió expulsado fuera del avión, y su cuerpo fue recuperado en el suelo cerca de Mogadiscio. El avión regresó al aeropuerto, con el saldo del atacante fallecido y 2 personas a bordo con diferentes lesiones, aunque posteriormente se recuperaron.
Los investigadores sospechan que Abdullahi Abdisalam Borleh, de nacionalidad somalí, transportó la laptop con una bomba integrada en el vuelo N° 159 de Daallo Airlines, dijeron voceros de la investigación.
El terrorista sabía exactamente dónde sentarse y cómo colocar el dispositivo para maximizar el daño. Dada la ubicación, la explosión probablemente habría desatado una explosión secundaria catastrófica en el tanque de combustible si el avión hubiera alcanzado la altitud de crucero, confirmaron los investigadores aeronaúticos del caso.
El piloto de la nave, un Airbus A321, Vladimir Vodopivec, un serbio de 64 años, dijo que la detonación fue provocada por una “bomba”. Su pericia evitó una tragedia.
Las imágenes del avión muestran un agujero de aproximadamente un metro de diámetro en el fuselaje, justo encima de los motores del ala derecha, y también se aprecian restos de hollín.