La Bestia que enamora a Las Heras

Maximiliano Herrera es el goleador de Huracán LH y en las bravas siempre aparece. “Hay mucha ilusión”, dice.

La Bestia que enamora a Las Heras
La Bestia que enamora a Las Heras

El “changuito” para la pelota, la pisa ante la llegada de un rival y elige la enésima gambeta de la tarde como camino al gol. La noche empieza a posarse lentamente sobre La Rioja y el grito desde la casa paterna para volver se repite en el eco de un paisaje agreste que encanta por sus misterios.

Quince años después, la secuencia se repite, aunque esta vez no habrá gritos de mamá Nilda. El “changuito” ya se convirtió en hombre y elige pisar el balón frente a la llegada de dos rivales. La acción concluye con un remate que se va cerca y una tribuna que goza el recorrido del balón como si un clímax inolvidable esperara del otro lado de la línea del arco.

Maxi fue ese “changuito” y hoy es “La Bestia”, un sobrenombre que adquirió apenas pisó suelo lasherino, justamente donde él encontró rápidamente su lugar en el mundo. “Me gusta jugar acá. Me siento muy contento de este presente”, avisa, como si hiciera falta testimonio de este romance entre él y los hinchas.

“El hincha es muy pasional. Cuando salgo a comprar o dar un paseo me agradecen este presente, cuando el agradecido debería ser yo por el apoyo. Estoy contento por el gol, pero también por toda esa gente que se fue a casa con un poquito más de esperanza”, cuenta el goleador, un día después del triunfo, en el juego de ida, 1-0 frente a Crucero del Norte, a partir de un remate suyo que el arquero Marcos Argüello no supo contener.

Su gol significó una ventaja mínima que el Globo deberá defender el próximo domingo en el estadio Andrés Guaycurarí, ubicado en el Municipio de Garupá, en la Provincia de Misiones.

“Nos quedó corto el resultado, por como se dio el partido; merecimos algo más. No fuimos tan superiores, pero con ganas fuimos a buscarlo y tuvimos chances. La diferencia es corta, pero esto es fútbol y vamos preparados para defender esa ventaja”, dice el goleador, quien fue papá de Moana Isabela el pasado miércoles.

-¿Qué les dijo el DT después del partido?

-Creo que las caras lo decían todo: nos hubiera gustado una ventaja mayor. Pudimos hablar hoy (por ayer) y sabemos que allá será una guerra.

-Acá lo fue: ocho amonestados, un expulsado, algunos cruces...

-Sabíamos que iba a ser muy duro. Crucero del Norte es un gran equipo, con jugadores de mucha jerarquía y experiencia. Sin embargo, nosotros venimos haciendo las cosas muy bien. Por algo llegamos hasta acá y pretendemos seguir por este camino.

En el horizonte se anuncia el partido de vuelta y Maxi pide “aguantar los primeros minutos”, conocedor de las obligaciones del rival.

"Hicimos una diferencia y la tenemos que aprovechar. Van a salir a buscar el gol y  nosotros tenemos que proteger nuestra ventaja", cuenta.
La tarde se va poniendo en Mendoza y los recuerdos se amontonan como hojas amarillas que regala el otoño. Y en todos ellos asoma un balón encaprichado. Maxi sonríe y vuelve a fijarse en los ojos de su hija. Hay esperanzas. Siempre. Mucho más cuando tenés un 1-0 a tu favor.

Reggi: “Confiamos mucho en él”

“Es un jugador joven, con mucho recorrido por delante. Se siente cómodo jugando con la camiseta de Huracán y ha tenido un campeonato muy positivo; de menos a más”.

“Ha encontrado su nivel físico y está rindiendo muchísimo dentro del campo para sus compañeros: las corre todas, aguanta mucho el balón, sabe girar... Le cuesta entrar al área. Prefiere tirarse atrás para entrar en contacto con el balón, pero está aprendiendo mucho en los entrenamientos. Suma conceptos y ojalá que siga derecho con el arco. El equipo confía mucho en él”.

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