La base es radical - Por José Luis Toso

Cornejo insistió con la necesidad de protagonismo radical en la gestión nacional y remarcó que seguirá siendo eje de la coalición local.

La base es radical - Por José Luis Toso
La base es radical - Por José Luis Toso

Otra semana en la que Cornejo ganó gran parte de la escena política con posiciones y decisiones fuertes en los dos ámbitos de acción política que posee. Y no pasó inadvertido que tanto como gobernador de Mendoza como en su función de presidente del radicalismo nacional pusiese especial énfasis en el rol de su partido.

Fue fuerte el mensaje que dio el Gobernador el viernes en el congreso de la UCR provincial con respecto al papel que le compete al partido en lo que se avecina tanto a nivel local como del país. Si bien en algún momento no muy lejano Cornejo dijo públicamente que había que apostar al fortalecimiento de Cambiemos y no hablar tanto de radicalismo ni del Pro, este año ha manifestado más de una vez que deberán tener más protagonismo en las decisiones de la Casa Rosada. Un tono crítico que se fue generando a la par de los vaivenes políticos que produce la inestabilidad económica.

“Más que la vicepresidencia busco que el radicalismo influya en el Gobierno”, decía ya en marzo a periodistas de medios porteños que llegaron a Mendoza con motivo de la Fiesta de la Vendimia. Postura que se mantiene.

Tal vez por eso el desenlace por los lugares legislativos en el Consejo de la Magistratura haya agotado gran parte de la tolerancia de la conducción nacional de la UCR. Fue así como, con la firma de Cornejo, el principal socio del macrismo en la coalición gobernante emitió un durísimo comunicado criticando lo que consideró falta de aptitud política para defender esos cargos. Y pidió, entre otras cosas, que a la esforzada agenda económica el macrismo le agregue “los temas de la agenda institucional, que tienen sobre la economía real tanto o más impacto que un presupuesto o una ley tributaria”. Lo dijo Cornejo en el escrito que firmó en nombre del radicalismo para hacer la advertencia de que no sólo es importante negociar con opositores para lograr respaldo para el Presupuesto y los proyectos que tienen que ver con el orden fiscal, sino, también, apuntalar desde lo institucional el combate contra la corrupción y la Justicia ineficaz, lo que en gran medida se logra a través de una fuerte presencia en la Magistratura. Es algo que el mendocino no deja pasar por alto.

Y sobre la gestión en Mendoza, en el congreso del viernes Cornejo buscó alentar a los suyos y no dejar dudas de cómo quiere que se encare la gestión que lo suceda si logra imponer la continuidad que pretende. “Habrá 4 años más de gobierno radical”, dijo ante los numerosos militantes y simpatizantes, si bien agradeció expresamente a “socios del Frente (Cambia Mendoza) por todo el apoyo recibido en estos 3 años de gobierno”.

Dicen quienes lo frecuentan que el jefe del Ejecutivo en gran medida mandó una señal a nivel nacional. “Alfredo jamás negociaría algo entregando Mendoza”, señaló con absoluta reserva un dirigente muy cercano. “No puede ser reelecto él, pero sí su proyecto político. Y cuatro años de logros no son suficientes como para que luego algunas cosas vuelvan hacia atrás”, añadió el portavoz. Pero todos coinciden en que no se puede hablar de ruptura. “El radicalismo es y seguirá siendo el eje de Cambia Mendoza”. Y con respecto al plano nacional, señalan que Cambiemos es el espacio en el que deben estar.

Entonces, ¿son mensajes para la interna del frente oficialista en Mendoza? Quien compite en ese espacio pensando en la sucesión de Cornejo es el intendente De Marchi, líder del macrismo en la provincia. En su entorno relativizaron los dichos de Gobernador ante el auditorio radical y prefirieron considerar que habló más para sus partidarios que para el resto de la coalición. Entienden, no obstante, que puede estar “apresurando los tiempos” por el bajo perfil que, según las encuestas, siguen manteniendo los precandidatos cercanos al Ejecutivo.

Con respecto al debate sobre la deuda provincial, el justicialismo ya anticipó que tampoco avalará el proyecto de reciente envío a la Legislatura por parte del Ejecutivo para modificar la ley de Administración Financiera, de modo que el rollover quede garantizado en las sucesivas gestiones que vendrán al margen de la discusión que cada año se produce por el Presupuesto. También incluye la posibilidad de financiamiento para las municipalidades a través de organismos de crédito.

Entre los argumentos vertidos  en contra desde el justicialismo se indica que ni la Provincia ni la Nación están en condiciones de contraer nuevo endeudamiento, a lo que desde el cornejismo le responden que si realmente en algún momento el peronismo pretende volver a conducir la provincia deberían estar interesados en esta propuesta.

No obstante, en el oficialismo esperan que la postura del PJ se flexibilice y eso conduzca al debate de la propuesta del Gobierno en algún momento.

En cuanto a la interna del principal sector de la oposición en Mendoza, obviamente el decreto que viabilizó la enmienda que limita la reelección de los intendentes fue el tema de más impacto. Hay una amplia coincidencia en el PJ de que se trata de una medida inconstitucional, porque viola la cláusula que surgió de la inspiración de la ex jueza Aída Kemelmajer estableciendo que para cualquier cambio en la Constitución se debe contar con el voto afirmativo de la mitad más uno del padrón habilitado para el voto. Los planteos  judiciales que se lleven a cabo desde el peronismo muy posiblemente tengan esa argumentación. Cuando anunció la promulgación de la enmienda, Cornejo expresó que “esa interpretación de la Corte es de hace muchos años”. ¿Existirá la posibilidad de que con un tribunal supremo supuestamente no tan hostil el Gobierno solicite una reinterpretación de la polémica cláusula? El tiempo dirá.

También muchos consideran que, en realidad, lo que pretende el jefe del Ejecutivo es desacomodar a un justicialismo que busca constituirse en una opción electoral viable. 
La no reelección de los cinco "caciques" le genera al peronismo un dolor de cabeza para el armado departamental. La excepción es Maipú, donde los hermanos Bermejo ya habían anunciado que no buscarían seguir en el poder.

Fervor radical alentado por Cornejo para que la gestión local sea plebiscitada exitosamente en las urnas el año próximo. Esfuerzos del peronismo ahora unido para no distraerse y ofrecer una opción que seduzca y se aproveche de los vaivenes económicos.

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