En la lluviosa noche del Nuevo Gasómetro se vio una bandera en la que se respaldó al histórico arquero de San Lorenzo de Almagro, el mendocino Sebastián Torrico, y se pidió el alejamiento del entrenador uruguayo Diego Aguirre.
"Perdón Torrico, andate Aguirre", se podía leer con facilidad sobre fondo blanco y con letras oscuras.
El mensaje se debió a que el guardavalla, más allá de que no pasa por la etapa de su mejor rendimiento, es ídolo en el Ciclón, entre muchas razones, porque fue figura en la conquista de la única Copa Libertadores de América en la historia de esa institución.
El malestar que se expresa en esa bandera hacia Aguirre se debe a la magra campaña en los dos frentes, el doméstico y el internacional en lo que va de 2017, y porque en la ocasión le quitó la titularidad al Condor y lo puso a Nicolás Navarro.