Días pasados el gobierno nacional anunció que destinará más de 500 millones de pesos para ayudar a los tamberos ante la caída de los precios de su producción en los últimos meses y el alza de costos en insumos clave, que se aceleró previo a las expectativas de la devaluación.
Debe destacarse que en el caso de nuestra principal industria, la vitivinícola, se ha solicitado que el Poder Ejecutivo nacional destine una suma de aproximadamente 600 millones de pesos para “sacar” del mercado unos 200 millones de litros de vino, que son los que generan sobrestock y por lo tanto influyen sobre los precios que se pagan al productor. Una medida similar a la de la leche, sin dudas constituiría un paso importante en momentos en que nos encontramos muy próximos al inicio de la cosecha.
En el caso de la leche, la medida se adopta en razón de que, desde junio hasta el presente, hay regiones que pasaron de cobrar $ 3,20 a $ 2,20 el litro. Si bien los detalles se están ultimando, el Estado pondría entre 30 y 40 centavos por litro para todos los productores -hasta 3 mil litros producidos- y la industria se ha comprometido a mejorar el precio. El objetivo es que haya un “puente” entre hoy y abril, cuando se prevé una mejora importante.
Al sector industrial, cuyas ventas al exterior de leche en polvo cayeron 22% en los primeros diez meses del año, el Gobierno le dará la eliminación de los permisos de exportación, mientras se aguarda que con la unificación del tipo de cambio y la prefinanciación de exportaciones pueda vender más al exterior. Según se indica, hay entre 50 mil y 60 mil toneladas, entre leche y quesos, que necesitan una urgente salida exportadora.
Si nos atenemos a los hechos, lo que le sucede a la industria del vino es similar. La caída en las exportaciones, como consecuencia de la pérdida de competitividad, generó un sobrestock -también se hizo más vino del necesario-, está influyendo sobre los precios y es el productor primario el que está sufriendo las consecuencias.
Se estima que son unos 200 millones de litros los que presionan, los que no pueden ser destinados a la exportación porque no responden a las exigencias de los mercados externos, razón por la cual se les debería dar otros usos, como la destilación, por señalar un ejemplo. Paralelamente, si vuelven a crecer las exportaciones, como se estima puede llegar a suceder con la derogación de las retenciones y el aumento del precio del dólar, la industria podría poner nuevamente en marcha los engranajes que tan buenos resultados le dio entre 2002 y 2010.
El diputado nacional por Cambiemos, Luis Borsani, ha redactado un proyecto de ley que contempla la compra de excedentes vínicos con emisión de títulos públicos, transferibles y que cotizarán en el mercado. La iniciativa faculta al Poder Ejecutivo a adquirir un volumen vínico de hasta 200 millones de litros a un precio mínimo que resulte de aplicar un incremento del 50% al precio de venta del vino blanco escurrido de traslado que registre la Bolsa de Comercio de Mendoza.
Deberá tener un grado alcohólico fijado por el INV para los despachos al consumo en 2015 y los títulos podrán ser destinados a la cancelación de deudas con el Estado, como impuesto a las ganancias, IVA e impuesto a los bienes personales. Además, podrán ser negociados en el mercado o cancelar deudas con el Banco Nación. Borsani explicó que en 2012 la vitivinicultura argentina exportó 50% de las uvas que produjo -a través de vinos, jugo concentrado, uva en fresco y pasas- mientras en 2014 la proporción cayó a 31%; una caída de 20%.
La vitivinicultura se encuentra atravesando una grave crisis y una de las salidas inmediatas es la de solucionar el problema del sobrestock. Si se adopta una medida similar a la de la leche, se daría un paso importantísimo en razón de que, a mediano plazo, las expectativas indican que, al mejorar la competitividad, crecerán también las exportaciones.
El Presidente Macri fue informado convenientemente de la situación durante las visitas que realizó a Mendoza durante la campaña electoral. Es de esperar que adopte medidas urgentes que permitan mejorar los precios y morigerar así los graves problemas que afectan a los productores.
