La austeridad manifestada por el gobernador Alfredo Cornejo en su discurso, pareció trasladarse a las repercusiones inmediatas. Es que las críticas no fueron demasiado contundentes, pero tampoco los elogios de correligionarios ni de socios políticos.
Sí hubo algunos hechos llamativos. El primero, la ausencia de los legisladores del FIT, en una “impugnación política” del acto legislativo. Tanto el PO como el PTS optaron por estar con los gremios. (Ver aparte)
Pero también hubo otras ausencias, que se dieron sobre el final del discurso. La más comentada fue la del presidente de la Suprema Corte, Pedro Llorente.
Su cara era la más buscada, sobre todo por el anuncio más importante de Cornejo, el proyecto de ley que busca “transparencia” en las prisiones preventivas. Sin embargo Llorente “brilló por su ausencia” cuando más era requerido.
También sorprendió la rapidez con que la mayoría de los referentes del PJ, principalmente intendentes y legisladores, abandonaron el recinto. Sólo algunos legisladores provinciales, y la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, se quedaron.
Al momento de opinar sobre las palabras de Cornejo, se dio lo típico. Los oficialistas las resaltaron y los opositores criticaron, aunque sin virulencia.
De hecho, en el PJ casi celebraron la escasa referencia cornejista a "la herencia". Sólo Fernández Sagasti habló del tema. "Le dedicó más de 20 minutos a la pesada herencia, yéndose al pasado", dijo.
Otros entendieron que el gobernador se quedó corto al hablar del futuro. “Esperemos que éste sea el final de la transición y que empiece una etapa de más futuro”, dijo Jorge Tanús, satisfecho por el reconocimiento de Cornejo a la oposición. “Me pareció bien que reconociera nuestro aporte en la Emergencia en Seguridad y las leyes financieras”.
Además, agradeció el reconocimiento a los intendentes del PJ. “Creo que es serio y coordinado nuestro trabajo de oposición”, añadió, poniéndose el traje de referente.
La presidenta del bloque del PJ en el Senado, Patricia Fadel, también habló del “aporte” legislativo. “Le hemos dado todas las herramientas que pidió. Todas las emergencias, todo el endeudamiento. Ahora es hora de que gobierne”, intimó.
“Pensaba que iba a haber una propuesta mucho más importante hacia el futuro” dijo, y lanzó: “Se olvidó de darle un capítulo especial a la producción y a la economía”.
Desde el FIT, la crítica pasó por los reclamos gremiales. “Fue un acto para la tropa propia, con un discurso que reafirmó su política de ajuste”, dijo Noelia Barbeito. “Parece que los responsables de los problemas de Mendoza son los trabajadores de la Salud y de la Educación”, agregó.
Del lado “aliado”, también hubo críticas, aunque lógicamente contrarias a las opositoras. “Fue un largo discurso y hubo poca mención a la herencia recibida”, indicó Carlos Balter, presidente del PD.
El también demócrata, Marcos Niven, si bien dijo que el discurso tuvo “puntos altos”, también marcó los “baches”, ente los que incluyó a la falta de palabras para la producción. “Hubo poco y nada” dijo, y coincidió así con Fadel.
Otro socio, Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur, calificó de “muy sólido y centrado” el discurso de Cornejo, aunque se mostró crítico con la valoración al gobierno nacional que hizo el Gobernador. “La Nación tiene falencias sobre todo en la contención de la inflación. Le pediremos a Cornejo que interceda ante Macri para lograr medidas concretas para bajarla”, dijo.
Del lado radical sólo hubo halagos. “Fue un discurso muy valiente”, dijo César Biffi, jefe de la bancada en Diputados. Y ponderó la “formidable apuesta a tener un Estado eficiente y eficaz con los conceptos de buena administración, austeridad, ordenamiento”.
La seguridad acaparó las coincidencias políticas
Está claro que Cornejo “mide” permanentemente el clima social. Y en eso se basó para presentar el proyecto de ley que tiende a cerrar las llamadas “puertas giratorias”.
Quizás eso provocó la mayor coincidencia entre oficialistas y opositores, ya que todos recalcaron “la necesidad de mayor seguridad”. Aunque con matices.
“Estamos de acuerdo con que hay que ir tras los delincuentes, pero preocupan las metodologías”, dijo el diputado Lucas Ilardo, que de todos modos señaló que “hay que estudiar” el proyecto.
Fadel por su lado, lo festejó. "Aparentemente hará de esto una política de Estado; espero que lo haga y lo podamos discutir entre todos", señaló.
Tanús fue en igual línea. "No conocemos los detalles del proyecto. Todo lo que esté jurídicamente correcto y que ayude a la seguridad, lo vamos a apoyar", indicó.
Desde la UCR, el diputado nacional Luis Petri lo valoró. “Es un proyecto trascendental”, dijo, y se esperanzó en que no haya roces con la Justicia por esto: “Necesita mucho consenso en los tres poderes”.