Una estudiante universitaria que se bajó de un colectivo y fue atropellada por un policía motorizado en Ciudad será indemnizada con 211.000 pesos por daños y perjuicios.
En la mañana del 14 de marzo de 2014, M. S., una chica de 17 años, se subió a un colectivo del Grupo 5 con el propósito de ir a cursar a la Universidad de Mendoza.
Al llegar a la parada ubicada en la esquina de Arístides Villanueva y Granaderos, tocó el timbre y se bajó.
En el preciso momento en que se encontraba descendiendo del colectivo, con una pierna apoyada ya en el asfalto, fue impactada por el agente de policía Fabián Alfredo Moyano, quien circulaba en una moto de la Policía de Mendoza e intentaba pasar al transporte de pasajeros por la derecha y a exceso de velocidad.
Como consecuencia del violento impacto, la estudiante cayó, golpeándose la cabeza contra el asfalto. En un acto reflejo inconsciente, se incorporó pero no logró mantenerse en pie y volvió a caer al suelo, en un estado de confusión y mareo, mientras sufría fuertes dolores en la cabeza, la espalda y las piernas.
En esa situación fue asistida por los pasajeros, que la recostaron en la vereda y llamaron a un servicio de emergencias.
Luego la chica fue trasladada al hospital Español donde le aplicaron una inyección, tomaron placas radiográficas, le suministraron calmantes y antiinflamatorios y le indicaron consultar con especialistas y guardar absoluto reposo.
A partir de ese día la joven permaneció en reposo obligado ya que sentía fuertes dolores en el cuello y la espalda y un persistente dolor de cabeza que no le permitió salir de su casa durante al menos dos semanas, luego de las cuales inició un tratamiento de 20 sesiones de fisioterapia.
La demanda
Tras recuperarse, la joven demandó a la empresa de transporte, al policía y al Gobierno provincial por la suma de 105.850 pesos.
En la demanda apuntó las siguientes lesiones: traumatismo encéfalo craneano sin pérdida de conocimiento, traumatismo lumbar y cervical, politraumatismos en miembros superiores e inferiores, hematomas y escoriaciones.
Y las siguientes secuelas: cervicalgia postraumática, lumbociatalgia crónica postraumática, cefalea postraumática rebelde a tratamiento, vértigo y parestesias en miembros inferiores y superiores.
Por lo mismo reclamó incapacidad parcial y permanente por $ 73.500; gastos médicos y farmacéuticos por $ 750; gastos de transporte por $ 600 y daño moral por $ 31.000.
La jueza civil Fernanda Salvini de Mussi, en fallo de primera instancia y por ello apelable ordenó ahora una indemnización de $ 211.350 más intereses.