Oscar Renna asumió ayer al frente del Ministerio de Salud pero, curiosamente, la jura de Renna ante el gobernador, Francisco Pérez, pareció un acto de campaña, con los dos precandidatos de uno de los sectores del oficialismo, Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau, sentados en primera fila.
Pero no sólo eso. En las palabras de bienvenida que Pérez dedicara al flamante ministro, hubo algunos párrafos dedicados al anterior jefe de la cartera de Salud, Matías Roby.
Al Gobernador se le escuchó decir “soberbia”, “personalismo”, “narcisismo” en un largo discurso cuyo destinatario nunca fue mencionado. De hecho le tomó más tiempo al Gobernador hablar elípticamente de su amigo Roby, que en agradecer a Renna por aceptar el desafío de encabezar la gestión de salud durante 8 meses.
A partir de las 11 empezaron a llegar invitados y funcionarios para presenciar la jura de Renna. El salón Patricias estaba atestado de gente.
Allí estaban los ministros Rodolfo Lafalla (Trabajo, Justicia y Gobierno), Cristian Bassín (Desarrollo Social), Juan Antonio Gantús (Hacienda), Marcelo Costa (Agroindustria), Guillermo Elizalde (Tierras), Javier Espina (Turismo), Rolando Baldasso (Infraestructura), Marizul Ibáñez (Cultura), Marcos Zandomeni (Energía); el subsecretario Legal y Técnico, Gustavo Tobares; el titular de OSEP, Alberto Recabarren, más segundas líneas y familiares de Renna.
Como detalle, no hubo representantes de los gremios más combativos, pero sí estuvo el histórico secretario general de ATSA, Juan Carlos Navarro.
Cerca del mediodía, aparecieron Pérez, el vice Carlos Ciurca, los precandidatos: el senador nacional Bermejo y el ministro de Transporte, Martínez Palau, más el aspirante a senador nacional e intendente de Las Heras, Rubén Miranda. Juntos, justo para empezar el acto, como si todos fueran los anfitriones de la velada, carácter que sólo le cabe al gobernador y eventualmente al vicegobernador.
Así empezaron a mezclarse el reproche y la campaña con el acto institucional. Renna juró y luego llegó el turno de las palabras de Pérez.
Empezó a hablar de peronismo y sus banderas irrenunciables y entonces vino el primer dardo a un destinatario nunca nombrado: “Éste es un proyecto político colectivo y, como lo dice la palabra, abraza a todos. No tenemos ningún inconveniente que si alguno, en base al personalismo y a principios que están alejados del justicialismo, como son la soberbia en contraposición de la gran humildad que tuvo nuestra madre espiritual que fue Eva Perón, no tenemos ningún inconveniente que se baje en una parada antes. Lo que no vamos a hacer es acompañar políticamente”.
Las alusiones contra Roby continuaron: “Nosotros no somos de endilgar una rinoscopia a todos los dirigentes gremiales y después decir que somos los que acompañamos al movimiento obrero”.
Nunca dijo el nombre, pero fue Roby el que, a principios de abril del año pasado, pidiera certificado de buena conducta y de “indemnidad del tabique” nasal de los dirigentes sindicales de ATE y Ampros.
Luego el Gobernador dijo que, el Poder Ejecutivo que conduce es eminentemente político y discute de políticas con los adversarios; que la militancia está inspirada en la vocación de servicio, “hacer el bien a todos aquellos que tienen necesidad de que se les tienda una mano. Algunos dirigentes desvirtúan con su comportamiento esa vocación de servicio”.
Para cerrar las alusiones, Pérez dijo que la política y la vida se construyen con “gestos, con humildad con mucha vocación, con mucha convicción y con mucha solidaridad. Éste fue, es y será un proyecto colectivo político que no da lugar a las individualidades ni a los narcisismos protagónicos coyunturales de algunos”.
Luego de todo eso, agradeció al ministro entrante por hacerse cargo de la cartera. Dijo que las transformaciones se podían hacer en ocho meses y “lo vamos a seguir haciendo con Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau”, los dos precandidatos que presenciaban el acto desde la primera fila de invitados. Es de suponer que las otras dos fórmulas del peronismo (Roby-Ariel Pringles y Guillermo Carmona-Alejandra Naman) no fueron invitadas.
Renna: militante y con experiencia en gestión
De bajo perfil, militante del PJ y con perfeccionamiento en gestión sanitaria, Oscar Renna parece opuesto a su antecesor Roby. Ayer, habló de consenso y diálogo para realizar transformaciones. El mensaje del diálogo también lo refirió a los gremios de cara a la paritaria iniciada. En este aspecto, dijo que el 37% que consiguieron los docentes es un incremento salarial adecuado.
Renna también eludió la piedra que tiró otro flamante ministro de Salud, el de la Nación, Daniel Gollán, quien intentó abrir el debate en torno al aborto. Renna apeló al mismo argumento que lanzó el jefe de gabinete nacional Aníbal Fernández: “No está en la agenda del Gobierno”.
Renna es médico cirujano y terapista, egresado de la Universidad Nacional de Cuyo. Además tiene dos maestrías: una en dirección y gestión de servicios de salud y la segunda en dirección y gestión de sistemas de seguridad social, ambas en la Universidad de Alcalá de Henares (España).
Es un histórico militante del peronismo, parte del recordado sector naranja que lideraba José Bordón, el “equipo de los mendocinos”. Ahora se dice que internamente es cercano a Carlos Ciurca.
Lleva casi cuatro años en el Gobierno provincial. Fue director de Hospitales desde marzo de 2011 (asumió cuando el gobernador era Celso Jaque) hasta enero de 2014. Cuando Roby fue nombrado ministro, ya en la administración Pérez, ascendió a subsecretario de Gestión de Salud.