Una adolescente de 16 años volvía a su casa en Quilmes, Buenos Aires, cuando una mujer adulta, junto con una cómplice, se acercó para asaltarla y robarle el celular. Como la adolescente se resistió, la acusada la amenazó con un cuchillo y la sometió sexualmente abusando de ella en plena calle a sólo media cuadra de su vivienda.
La víctima tenía como destino ir a visitar a su abuela acompañada con una prima pero, como se hizo tarde, decidió tomarse un remis a su casa, se bajó media cuadra antes y cuando se dirigió a su hogar aparecieron dos mujeres adultas que venían caminando por la vía pública. Una de ellas la agarró, la lanzó contra la pared, comenzó a manosearla y terminó abusando de ella, mientras que la otra la sostenía de los brazos para que no se escapara.
Según informó Crónica, al llegar a su casa, la víctima le comentó lo sucedido a sus tías y llamó por teléfono a su madre, quien estaba trabajando. La mujer se desesperó a escuchar la terrible denuncia y llamó al 911. "¿Por esto me llamaste?", le preguntó el oficial a la víctima. Sumado a ello, cuando llegaron al destacamento, los policías le detallaron que "si no hubo penetración entonces no fue abuso".
Al día siguiente, la joven volvió a la comisaría junto a su madre para intentar realizar nuevamente la denuncia y le dijeron que, si quería dejar asentado lo sucedido, debería traer la caja de su celular para verificar el robo. Cansadas de la falta de protocolo de la fiscalía regresaron al hogar sin poder hacer la acusación.
Sin embargo, iniciaron una investigación por las redes sociales y dieron con los perfiles de las acusadas. Con los nombres ya identificados, la víctima volvió a insistir en la Comisaría 4ª de San Francisco Solano, en Quilmes, donde finalmente tomaron la denuncia.