La Armada insistió ayer al mediodía en que lo que informó el capitán del submarino ARA San Juan el miércoles 15 en su última comunicación no fue una emergencia sino “una falla que fue subsanada”.
Y aclaró que debido a las complicadas condiciones climáticas “no hay mayores novedades” sobre el navío desaparecido en el golfo San Jorge hace 19 días con 44 tripulantes a bordo.
“Hay olas de 3 metros”, indicó el vocero naval, Enrique Balbi, que ayer informó que se estaban realizando tareas para verificar si uno de los 3 “contactos” detectados en el fondo del mar la semana pasada corresponden al ARA San Juan.
Ayer señaló que debido al clima adverso no fue posible realizar avances en ese sentido y que se espera que la situación se torne más favorable desde el miércoles.
El vocero destacó que hoy llega a Comodoro Rivadavia el buque ruso Yantar, que tiene un sumergible que puede operar a 6 mil metros de profundidad, y que el viernes, junto al Atlantis estadounidense, zarparán rumbo al área de búsqueda. Está previsto que los dos arriben a la zona de operaciones el sábado.
Los tres "contactos" que falta verificar
En el parte de ayer, Balbi había explicado que los trabajos para encontrar al submarino se concentraban en un “contacto” que se encuentra a 950 metros de profundidad.
Según explicó, se trata de un “contacto metálico” que fue detectado en una primera instancia por el buque Cabo de Hornos, de la Armada chilena, y luego corroborado por el argentino Skandi Patagonia con un sonar.
Es uno de los 3 indicios que están bajo la lupa desde que la semana pasada fueron detectados 6 elementos significativos en el fondo del mar, en la zona donde se registró una explosión el miércoles 15 de noviembre. Los otros tres ya fueron descartados.
Los dos puntos restantes a corroborar se encuentran a 700 y 800 metros de profundidad. Sobre el primero, se intentó hacer una visualización el sábado a la noche con el sumergible ruso Pantera Plus, pero “no se pudo detectar nada”, explicó el vocero naval. Y dijo que volverán sobre ese punto en otro momento. El segundo aún no fue explorado.
El último jueves, tras 15 días de búsqueda, la Armada anunció que dio por terminada la etapa de búsqueda y rescate. “No ha sido posible localizar al submarino y no habrá salvamento de personas”, sostuvo Balbi. Desde entonces, y a pesar de la disconformidad de los familiares de los tripulantes, las tareas se concentran únicamente en encontrar la nave.
Por otra parte, el Gobierno nacional tiene previsto por ahora persistir en el silencio público del presidente Mauricio Macri con respecto a la desaparición del submarino.
Por lo tanto no está en los planes inmediatos de la Casa Rosada la difusión de mensaje alguno a la población por parte del jefe de Estado, que eventualmente incluya días de duelo y el ascenso de los submarinistas, lo que ambos casos requeriría del reconocimiento oficial de la muerte de los marinos.
Así lo aseguraron dos fuentes cercanas al Presidente consultadas por Los Andes. Minimizaron de ese modo las versiones, incluso alguna de ella de fuentes gubernamentales, que el viernes indicaron que el Gobierno evaluaba el momento políticamente más propicio para un mensaje presidencial y en ese sentido había dejado trascender que podría ser el viernes pasado.
Se suma un buque ruso que rastrea hasta los 6.000 metros
Mar del Plata. La llegada ayer de un buque ruso que puede rastrillar el fondo marino a 6.000 metros de profundidad alimenta la esperanza de hallar al submarino argentino ARA “San Juan”, que desapareció el 15 de noviembre con 44 tripulantes en el Atlántico Sur.
La Armada argentina confirmó en Buenos Aires que aún no tiene noticias del sumergible y que los tres indicios detectados no pudieron ser corroborados por las malas condiciones climáticas.
“Hay seis buques que siguen barriendo el fondo. Cinco son de la Armada Argentina y el aviso chileno 'Cabo de Hornos'. Mañana (por hoy) se sumaría el buque 'Yantar' ruso y el sábado el 'Atlantis' de Estados Unidos”, precisó el portavoz de la Marina, Enrique Balbi.
Los tres contactos detectados están a entre 700 y 900 metros de profundidad, en un área a unos 430 kilómetros de las costas argentinas, frente al Golfo San Jorge y a unos 1.300 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El submarino desapareció cuando se encontraba navegando desde la base naval de la ciudad de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hacia su apostadero en Mar del Plata.
Argentina resolvió el jueves poner fin el operativo de búsqueda y rescate de sobrevivientes y continuó luego sólo con la búsqueda activa del submarino en el fondo del mar, una decisión que fue rechazada por los familiares de los 44 tripulantes.
Un grupo de familiares marchó el domingo por Mar del Plata para reclamar al Gobierno y la Armada que reanuden la búsqueda de los tripulantes.
El portavoz de la Armada reconoció que los familiares de los marinos atraviesan momentos de “estrés agudo” y “de angustia, inquietud y sufrimiento”.
Itati leguizamón, esposa de un tripulante: "La Justicia debe castigar a todos, hay una cadena de responsables"
Itatí aseguró que existe "una cadena de responsabilidades" que derivaron en la desaparición de la nave, con la que se perdió contacto el 15 de noviembre pasado.
