La Armada argentina dio por concluido el operativo de rescate de los tripulantes del submarino ARA San Juan, aunque continuará la búsqueda del sumergible. "No habrá salvamento de personas", anunció el vocero de la Fuerza, Enrique Balbi, esta tarde.
"Se finalizó la fase de búsqueda y rescate del submarino ARA San Juan y se pasó a sólo la búsqueda en el lecho submarino", dijo Balbi en un breve contacto con la prensa. "El plan de búsqueda y rescate se extendió hasta el doble, con el fin de preservar la vida humana", agregó.
“El Ministerio de Defensa y la Armada argentina comunican que continuarán con la siguiente fase, que comprende la búsqueda del submarino San Juan en el lecho submarino”, leyó Balbi.
“Hasta tanto no tener la localización, y sin entrar en eufemismos, no vamos a dar una confirmación categórica al respecto”, señaló el vocero de la Armada consultado sobre si la nueva fase implica que ya no buscan con vida a los 44 tripulantes, entre los que hay dos mendocinos.
“Se ha extendido hasta le doble de tiempo de las posibilidades de rescatarlo”, aclaró Balbi, quien sólo admitió unas pocas preguntas y dio por finalizado el contacto con la prensa.
Hasta ayer, ocho buques concentraron sus esfuerzos en rastrear el fondo marino a través de sonares en un área de 40 kilómetros de radio señalada como el lugar donde se encontraría el submarino.
Los buques de Argentina, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros países, han barrido un 68% del área de búsqueda que ha sido restringida de acuerdo a la conjunción de varios informes técnicos, dijo hoy a periodistas el capitán Enrique Balbi, portavoz de la Armada.
Esa zona comprende el lugar donde el 15 de noviembre se produjo una explosión pocas horas después de registrarse la última comunicación con tierra del submarino ARA San Juan, que llevaba 44 tripulantes a bordo.
El submarino diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana y operativo desde 1985 desapareció el 15 de noviembre cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hacia su base en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, tras participar de un ejercicio de adiestramiento.
El 15 de noviembre el ARA San Juan había informado la entrada de agua de mar cuando realizaba el snorkel y estaba cargando baterías. El agua se dirigió por el sistema de ventilación a una bandeja de conexión de las baterías de proa provocando un cortocircuito y humo sin llamas que, según se reportó desde la nave, fue subsanado, lo que determinó que siguiera navegando en inmersión hacia Mar del Plata.
Horas después se produjo una explosión que fue detectada por la Organización para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés).
Si bien el capitán del submarino, Pedro Fernández, notificó a sus superiores que el desperfecto estaba arreglado, los tripulantes tuvieron que aislar eléctricamente la batería afectada por el agua y la nave continuó navegando en inmersión con el circuito de batería de popa.