Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
El Mercosur nació como una iniciativa de juntar a los cuatro países miembros para generar sinergias y poder afrontar los desafíos de la globalización. La idea principal era juntarse para ser más competitivos. Pero a poco de andar todo cambió y se transformó en un gran espacio protegido para beneficiar a las empresas y librarlas de la competencia externa, en perjuicio de los ciudadanos y consumidores de los mismos países.
Así, se consolidó un arancel externo común muy alto, el máximo que permite la Organización Mundial del Comercio (OMC), y tuvo mucho que ver la presión de los lobbies empresarios tanto de Argentina como de Brasil, que tienen una larga historia de proteccionismo.
También influyeron políticas macroeconómicas erráticas de los poderes políticos de ambos países, que generaron crisis recurrentes que se solucionaban con maxi devaluaciones o la imposición de trabas comerciales dentro del mismo bloque, lo que fue lesionando la credibilidad.
La inclusión de Venezuela fue otro elemento más político que positivo para la salud del bloque.
Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, marcó como objetivo un acuerdo con la Alianza del Pacífico, así como acelerar las negociaciones con la Unión Europa, que estaban estancadas. Pero esto Argentina no podía hacerlo sola para no violar los acuerdos del Mercosur.
El impulso que se le ha dado en la cumbre de Mendoza a estos acuerdos es lo más ambicioso que se ha propuesto el bloque que, de alguna manera, rompe la inercia proteccionista. Por supuesto, hay que negociar y en dichas negociaciones algo habrá que entregar. Por esta razón es tan importante bajar la inflación para evitar desequilibrios macro, ya que los países que integran estos bloques la han erradicado.
El impulso que le dio Macri a estos asuntos, mientras Argentina ejerció la presidencia Pro-tempore del grupo, se verá coronada con los acuerdos que se firmen hoy, pero es el resultado de un buen y minucioso trabajo diplomático.
Además, la oportunidad de avanzar está claramente señalada por los hechos de la realidad. Ante la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de establecer políticas proteccionistas, estos acuerdos buscan ampliar mercados y protegerse de un eventual ataque exportador de empresas norteamericanas.
De la misma forma, estos bloques buscarán ampliar los acuerdos con países especialmente castigados por la política norteamericana, como México, cuyos representantes están como invitados especiales en esta cumbre mendocina.
Al parecer, el Mercosur se pone los pantalones largos para dar un ambicioso salto de calidad que lo saque de la mediocridad en la que había caído. Sólo hay que vencer a los grupos proteccionistas, que son muy poderosos.
