El Gobierno provincial busca alternativas para estar más holgado económicamente en 2020 y hacer frente a sus objetivos y obligaciones. En paralelo a la negociación que mantiene con el peronismo en el Senado para que le apruebe deuda en dólares (ver aparte), lleva a cabo otra con la Nación para renegociar los pasivos que tiene la provincia con el Estado nacional.
Se trata del otro roll over que aspira a hacer este año el gobernador Suárez, que no requiere de autorización legislativa pero sí del visto bueno del gobierno de Alberto Fernández. Y es en este punto donde aparecen las dudas.
En total, Mendoza debe $ 10.955 millones al Banco Nación y $ 12.900 al Gobierno Federal (Fffir, Anses y FFDP), según datos del stock de la deuda pública a diciembre de 2019. Este año la provincia debe afrontar vencimientos de deuda pública por $ 6.500 millones, de los cuales $ 4.700 corresponden a organismos nacionales ($ 3.500 Banco Nación y $ 1.200 Anses), mientras que los otros $ 1.800 millones son con organismos internacionales y tenedores de bonos.
La intención del gobierno provincial es 'rollear' esos casi $ 5 mil millones con el Nación y la Anses, es decir refinanciarlos. Si bien insisten en que la Nación ya se comprometió a fines de enero a "facilitar prórrogas de deudas" que mantienen las provincias con el Tesoro Nacional, en los últimos días ha salido a la luz cierta "resistencia" por parte de la Anses a aceptar el 'rolleo' de esas deudas, lo que genera incertidumbre para las arcas del Estado mendocino.
En el Gobierno provincial minimizan las dificultades que parecen surgir. "Así como se trabaja en una deuda sostenible para la Nación, lo mismo ocurre con las provincias. Ahora el gobierno de Alberto Fernández tiene otras prioridades, y en Mendoza tenemos tiempo hasta agosto que vence la deuda con la Anses", aseguraron a Los Andes desde Casa de Gobierno.
El interlocutor con la Nación es el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, el funcionario de La Cámpora que funciona como un "pivot" entre el Nación y la Anses con los gobernadores. Desde su ministerio le aseguraron a este diario que "las puertas no están cerradas" en materia de negociaciones, y que el tema de renegociar la deuda (con la provincia) "está en la agenda" del ministro De Pedro.
No obstante, dejaron en claro que hasta entonces "solamente se han atendido casos postergados o de provincias complicadas económicamente" (como Buenos Aires, Chaco y Chubut, a cargo de gobernadores peronistas). Y que más allá de las gestiones del ministro del Interior, será el titular de la Anses, Alejandro Vanoli, quien decidirá si acepta refinanciar las deudas provinciales con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del organismo.
Ya a fines de enero, Vanoli advirtió sobre los límites de estos reperfilamientos. "Desde la oposición pretenden que la deuda de las provincias con Anses se renegocie con un plazo de dos años de gracia, en pesos y a una tasa del 6% anual", especificó, lo que para él ocasionará "una pérdida no menor al 60%" del FGS.
"Queremos ayudar (a las provincias) y entendemos la herencia, pero no se puede vaciar aún más el Fondo de Garantía", insistió el titular de la Anses, el hueso más duro que deberá roer el gobernador Suárez para lograr renegociar $ 1.200 millones, más teniendo en cuenta que él, como radical, está encolumnado en la oposición al gobierno nacional.
El otro roll over
Mientras tanto, en la Legislatura se decidirá el destino de otra parte del roll over de deuda que quiere el Gobierno. Ese pedido ya fue rechazado en la media sanción que obtuvo el presupuesto en Diputados pero en el Ejecutivo no se resignan y apuestan a que en el tratamiento de la pauta de gastos en el Senado se revierta la autorización que se les negó.
En el oficialismo insisten en que es una "locura" que no se haya aprobado el roll over como se presentó en el proyecto, teniendo en cuenta que no solamente la Nación tiene acceso a esa herramienta sino también el resto de las provincias.
"La verdad es que el peronismo, con las condiciones que pidió, nunca quiso que tomáramos roll over en la discusión de la Cámara de Diputados", aseguró un funcionario de Suárez.
Del otro lado contestaron que el oficialismo "se está victimizando" y que "están preparando el terreno para echar la culpa al peronismo de todo lo malo que pueda pasar. Pareciera que les conviene que no salga la deuda", chicaneó un legislador peronista a tono con las declaraciones que hizo esta semana la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, responsabilizando al Gobierno por el fracaso en el diálogo: "Las agresiones parecen vislumbrar que no quieren un entendimiento con la oposición".