La ciudad boliviana de Uyuni se encuentra a poco más de 3.600 metros sobre el nivel del mal y la altura fue un verdadero dolor de cabeza para muchos en ambas etapas.
En cada campamento se monta un hospital de campaña y en Uyuni los médicos estuvieron a full y por sus improvisados consultorios pasaron más de 400 personas.
Muchos competidores debieron recibir oxígeno para paliar el malestar provocado por el mal de altura y a otros les bastaba con una píldora.