Hay muchos productores que han advertido sobre las posibilidades económicas y han implementado iniciativas de cultivo interesantes. Pero la situación relacionada con el cultivo de la alfalfa no es conocida por el público en general y por ese motivo también sorprenden algunas informaciones que llegan desde otras regiones del país.
Sólo a modo de ejemplo podemos referirnos a lo señalado por profesionales del sector que indican que el comercio mundial de heno de alfalfa alcanzó las 8 millones de toneladas, por un valor de 2.400 millones de dólares, con un incremento del 66,8 por ciento en volumen y 98 por ciento en monto en dólares en los últimos diez años.
Aseguran que existe una posibilidad de negocio concreta y que en ese contexto Argentina se destaca por su gran potencial productivo y con evidentes ventajas comparativas.
Se indica que la demanda internacional será sostenida y continuará en aumento, especialmente de la mano de China y que la Argentina, que sólo proveyó el 0,7 por ciento del total mundial, tuvo un incremento sostenido en sus exportaciones, con un pico de 53 mil toneladas en 2013 para caer a las 31 mil en 2016.
En el caso concreto de nuestra provincia, el crecimiento en el cultivo de la alfalfa corrió de la mano de lo que sucedía con la denominada ganadería de zonas áridas, ya que desde el gobierno se impulsó que también se implementen los corrales de engorde, en la intención definitiva de alcanzar que por lo menos el 30 por ciento de la carne que se consume en Mendoza provenga de la provincia.
Con el mismo objetivo e inclusive con un plan similar, el gobierno de San Juan está impulsando la plantación de alfalfa -le entrega semillas, le otorga un subsidio y le asegura la compra de la producción- en la intención también de alcanzar ese ansiado 30 por ciento del consumo. Es más, productores sanjuaninos han advertido sobre la posibilidad de "contribuir" con el pasto a las necesidades de Mendoza, como consecuencia de los incendios de campos en el sur provincial.
De acuerdo con un informe producido por el Inta del Alto Valle, la alfalfa es uno de los cultivos forrajeros más utilizados, debido a que produce gran cantidad de materia seca de alta calidad y cuyo cultivo puede aprovecharse mediante pastoreo directo o conservarse en forma de heno mediante la confección de rollos, fardos o mega-fardos. Es un cultivo perenne, ya que su ciclo productivo perdura por varios años y su persistencia depende de varios factores, principalmente de las prácticas de manejo en combinación con el clima y el suelo de cada zona. Durante la temporada de crecimiento, se realizan varios cortes de aprovechamiento. También se indica que por tratarse de un cultivo extensivo, el requerimiento de mano de obra es bajo y la aplicación de productos sanitarios es ocasional, debido a la baja incidencia de plagas y enfermedades.
El Inta también está desarrollando estudios específicos en Santiago del Estero y los profesionales aseguran que el mercado externo constituye una oportunidad de negocio concreta para esa provincia debido a su enorme potencial como área productiva, con evidentes ventajas comparativas en materia de rendimiento y la cantidad de cortes anuales que pueden obtenerse. "La clave está en mejorar la eficiencia y productividad y no en incrementar superficies", dicen. Indican que Estados Unidos se encuentra al frente del comercio mundial con el 58 por ciento de las exportaciones, seguido por Australia con el 12 por ciento, España con el 10 y Canadá con el 5 por ciento.
Realizar proyecciones respecto del futuro para los productores locales resulta difícil en razón de que son muchas las variables que se mueven dentro de las reglas de mercado. Pero sí podemos hacer alusión a la necesidad de que los organismos específicos continúen las investigaciones a los efectos de lograr, si se dan las condiciones, que sea la propia provincia la que pueda responder a la demanda que puede surgir con el engorde a corral que se está incrementando en la zona sur.
Cumplido ese objetivo, podremos pensar en emprendimientos más importantes.