Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
Hace algunos días circuló la versión de que los tenedores de Lebac y Nobac, títulos que emite el Banco Central, debían pagar impuestos.
Esto generó grandes dudas entre los inversores ya que, en ese caso, el rendimiento del 38% caería al 20% y dejarían de ser atractivos.
Para alejar dudas, la AFIP, previa consulta con el gobierno, determinó que los tenedores de Lebac y Nobac no deben pagar impuesto a las ganancias y bienes personales. Esto rige para inversores individuales, ya que las empresas deben pagar por toda tenencia de títulos.
Esta resolución, que causa alegría en los inversores, genera polémicas en varios sectores porque, de esta manera, el gobierno perdona impuestos a quienes invierten en títulos públicos y perjudica a los que invierten en títulos privados.
Además, y como el Banco Central mantiene altas tasas de interés en estos títulos para frenar al dólar, favorece una bicicleta de quienes invierten en ellos y toman coberturas en dólar futuro, obteniendo una renta en moneda norteamericana superior al 16%, renta imposible de conseguir en ningún país del mundo.
Los títulos del Banco Central fueron asimilados al concepto de títulos públicos y habían nacido dirigidos al mercado mayorista, pero desde diciembre se permitió la inversión de personas físicas y sucesiones indivisas, en clara competencia con el mercado bancario, pagando tasas superiores a las que pagan los plazos fijos.
La normativa vigente había exceptuado del pago de ganancias y bienes personales a las personas físicas y sucesiones indivisas por sus inversiones en títulos públicos.
Ahora, al considerar de esta manera a las Lebac y Nobac, estos inversores podrán seguir especulando con protección del Estado.