Rosario Central venció anoche a Racing Club por 1 a 0, en el estadio Padre Martearena de Salta, y jugará con Boca la final de la Copa Argentina que, por segundo año consecutivo, lo tendrá como protagonista de la instancia decisiva.
En un duelo prometedor entre dos equipos con presentes auspiciosos, se excedieron en el respeto mutuo y en la primera media hora no ofrecieron actuaciones interesantes en ambos ataques.
Racing no salía de la presión en el mediocampo y solamente se acercó con peligro luego de un tiro libre de Marcos Acuña, desde la izquierda, y el cabezazo de Nicolás Sánchez, que se estrelló contra el palo izquierdo.
Central, que en un marco de poca intensidad ofensiva había manejado mejor la pelota, facturó sobre el final de la etapa, tras una gran jugada personal del juvenil Giovanni Lo Celso, que dejó en el camino a Cerro y envió un centro medido a la cabeza del goleador Ruben para que, con un frentazo alto y al medio, conquistara el primer tanto del partido e irse al descanso en ventaja.
Salió parado más adelante en el campo Racing del entretiempo, en busca de una presión más eficaz sobre su rival, pero solamente llevó peligro con pelota parada y dejó espacios que Central buscó explotar mediante rápidas contras.
Sobre el primer cuarto de hora el técnico de Racing, Diego Cocca, cambió el dibujo táctico y le dio compañía a Mariano Pavone en el ataque con el ingreso de Diego Milito por Acuña, y el intento de mejor trato de pelota con el paraguayo Oscar Romero por Ezequiel Videla.
Una acción infantil de Sánchez, a los 26’, con una violenta infracción desde atrás sobre Ruben, lejos de su área, dejó correctamente a Racing con un jugador menos.
Igual sufrió Central hasta el último segundo ante un Racing que mereció, como mínimo el empate, pero se fue de pie.