Está herida en su orgullo pero goza de buena salud, Duele haber perdido el invicto pero ayer demostró que ya es cosa del pasado, que es un golpe superado.
La Academia no evidencia muestras de dolor y las heridas parecen haber cicatrizado sin dejar secuelas. Fue feroz en los primeros 20’, en los que terminó resolviendo el partido con los goles de Alaniz y Lucero y con un Jofré intratable. Los juveniles de San Martín estaban grogui, sin respuesta.
Argentino hizo lo que quiso con el León en ese tramo inicial del encuentro. La visita insinuó una reacción en los últimos minutos de la primera parte y en el arranque del complemento pero todo demasiado tenue como para lastimar una defensa impermeable (sólo cuatro tantos recibió en once encuentros).
Para colmo, cuando el Albirrojo parecía inquietar, un contragolpe perfecto terminó en el 3-0 de Jairo Pérez. No había caso, ya no quedaba mucho por hacer. Había sido el golpe de nocaut.
El León terminó de bajar los brazos y se rindió a los pies de un Argentino que juega a una intensidad envidiable y que tiene en Jofré una verdadera joyita, un punto altísimo. San José está de fiesta. La Academia está de pie.