La abuela mendocina que creó un merendero para los chicos de su equipo de fútbol

El pequeño proyecto, que nació en el patio de la casa de Sara Flores, comenzó a crecer y ahora necesitan ayuda para poder seguir adelante.

La abuela mendocina que creó un merendero para los chicos de su equipo de fútbol
La abuela mendocina que creó un merendero para los chicos de su equipo de fútbol

Sara Flores es una mujer de 63 años que vive en el barrio Juncal de Las Heras. Disfruta de una familia numerosa y, como muchas abuelas mendocinas, se rodea de sus nietos que pasan horas dentro de su casa y disfrutan de su compañía.

Hasta aquí una historia normal, todo el mundo conoce a una mujer con las características de Doña Flores. Sin embargo, su solidaridad e iniciativa la han convertido en una mujer entrañable para las personas del barrio Juncal y los de las inmediaciones.


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El deporte como medio de contención

Sara siempre estuvo rodeada de niños, los propios y los ajenos, niños de todo el barrio que recurrían a su para sentirse contenidos. Es por esta razón que ideó una manera sana para contener y al mismo tiempo entretener a los chicos, creó su propio equipo de fútbol.

"Son equipitos de categorías chiquitas. A veces con la ayuda de otra señora organizan campeonatos de potreros en canchitas de tierra", contó a Los Andes Desiree, una nieta de las nietas de Sara que no tienen conexión sanguínea con ella.

La mujer lleva su trabajo adelante con mucho amor y esfuerzo, ya que para poder ayudar a los chicos utiliza parte del dinero que recibe por una pensión.

"Ahora quiere armar un equipo de chicas. A los varones ya les hizo las camisetas y los pantalones con la plata que le pagan por la pensión", explicó la joven. "En realidad no debería, porque ha estado muy enferma, pero ella lo hace igual", dijo Desiré Romero.

Merendero

Hace aproximadamente dos meses Sara comenzó a notar que los chicos de su equipo liban a “entrenar” sin haber comido lo suficiente. Antes esto, la mujer decidió crear un merendero en el patio de su casa.

"Le pidió ayuda a una de sus hijas, que trabaja con muebles, y ella le trajo una mesa y unos banquitos. Después junto tacitas, un par de cosas y les empezó a dar la merienda a los chicos", explicó Desiree,

Así, todos los lunes, miércoles y viernes por la tarde chicos de 5 a 15 años comenzaron a tomar su merienda en la casa de Sara. Mientras, que los sábados en las mañana comenzaron a tomar el desayuno para después poder ir a entrenar a la cancha de Cedrys (Centro Deportivo, Recreativo y Social ) del barrio.

Al principio se sustentaban con lo que podía comprar Flores, el aporte de sus familiares y la ayuda de la directora de un Cedrys, pero con el tiempo la voz se corrió la voz y cada vez más niños, y algunos adultos, empezaron a llegar al merendero para tomar o comer algo.

"Ahora vienen como 50 personas entre grandes y chicos. De este barrio y de los aledaños. Hay chicos que ni siquiera sabemos de donde son", contó Desire. Es por esta razón que Sara y las personas que trabajan con ella están recibiendo cualquier ayuda para continuar con su tarea solidaria.

Quien desee colaborar puede acercar sus donaciones la casa 3 de la manzana C del barrio Juncal en Las Heras.

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