El economista de centro-derecha Pedro Pablo Kuczynski superaba por 90.904 votos a su rival, la populista de derecha Keiko Fujimori, en el escrutinio de la elección presidencial de Perú, que concluirá mañana o pasado. Con el 94,2% de los votos escrutados, la diferencia entre los dos candidatos era de 0,56 de punto porcentual, lo que alarga la espera para definir quién gobernará Perú entre 2016 y 2021.
El candidato del partido Peruanos por el Kambio (PKK) obtenía un 50,28% de los votos contra 49,72% para la aspirante de Fuerza Popular (FP), según los últimos resultados difundidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
El jefe de la ONPE, Mariano Cucho, explicó que ya han llegado una parte de las actas del extranjero, mientras se aguarda algunas de provincias remotas, por lo que habrá que esperar a mañana o pasado para tener resultados oficiales definitivos.
En Lima, la mayor plaza electoral del país con casi dos tercios de los votantes, ganó Kuczynski por un estrecho margen de 0,2 de punto porcentual.
Hasta el momento, ninguno de los contendientes se ha atribuido la victoria ni ha reconocido la derrota, aunque los candidatos a la vicepresidencia de Kuczynski, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, han prodigado mensajes sobre la necesidad de crear un gobierno de concertación, en el que tendrían cabida los fujimoristas.
El único de las filas de Fuerza Popular que ha admitido implícitamente la derrota ha sido el congresista Héctor Becerril, asociado al ala dura del partido, que señaló que “el sueño del fujimorismo no ha terminado, simplemente se pospone”.
Kuczynski, a quien llaman con sus iniciales PPK, ha recibido un “voto prestado”, dijo el sociólogo Javier Barreda.
El experto aseguró que el nuevo gobierno tendrá que “establecer puentes con el fujimorismo”, que controla 73 de los 130 escaños del Congreso que asumirá el próximo 28 de julio, frente a los 18 que conquistó el partido de Kuczynski.
Mensajes de todo el espectro político se sucedieron el lunes en este sentido ante la fractura política que ha sufrido el país en estas largas y polarizadas elecciones y el calado de los desafíos que le aguardan al próximo presidente.
“Vamos a tener un gobierno de consenso, no más pugnas ni enfrentamiento”, dijo Kuczynski el domingo al dirigirse a sus simpatizantes, dando por sentado su triunfo.
“Le espera un Congreso adverso y un archipiélago de agrupaciones regionales con proyectos personales más que colectivos. Deberá tener un fuerte trabajo de articulación”, dijo Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi.
Al próximo gobierno le aguardan retos urgentes como la inseguridad -principal problema para el 70% de los peruanos-, los conflictos sociales que genera la minería, la informalidad laboral que es una de las más altas del mundo, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes, la desigualdad social o la burocracia que eterniza cualquier trámite.
Si gana el economista endurecerá posición ante Maduro
Perú variará y endurecerá su posición ante el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela en caso de que se confirme oficialmente la victoria del exbanquero de Wall Street, Pedro Pablo Kuczynski, en el balotaje presidencial contra Keiko Fujimori.
Kuzcynski había denunciado durante la campaña que en Venezuela existen presos políticos que deben ser liberados para no perpetuar una situación de abuso, una posición que representa un giro respecto a la posición del saliente gobierno de Ollanta Humala, quien ha pedido que los venezolanos resuelvan sus problemas entre ellos.
“Nuestra posición sobre Venezuela es absolutamente categórica. Ha habido una elección que la ganó el partido de oposición y ahora el gobierno está usando artimañas para invalidar el voto popular”, dijo a la prensa en los últimos días Kuczynski, un político liberal de centroderecha, al rechazar la posición de Maduro sobre la convocatoria a un referendo revocatorio.
La declaración de Kuczynski se produjo luego que la OEA acordara el 2 de junio una declaración en apoyo a un “diálogo abierto” entre el gobierno y la oposición en Venezuela para encontrar una solución “pronta” y “efectiva” a la crisis política en el país suramericano.
“Tenemos que invocar a la Carta Democrática y hacer una gran coalición de países”, acotó entonces.