El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció que enviará una delegación a Perú para "observar la situación política" después de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski se lo pidiera ante el proceso de destitución que afronta esta semana.
"Estamos ajustando detalles para el envío de una delegación de la OEA a Perú, según la invitación del Gobierno para hacer un seguimiento de la actual situación política", expresó Almagro. En la epístola, Kuczynski transmitió la "profunda preocupación" de su Ejecutivo por "unos hechos" que "afectan a la estabilidad democrática" y citó "el intento de destituir a tres miembros del Tribunal Constitucional" y "al fiscal de la Nación", así como el propio procedimiento de destitución contra él.
En palabras del presidente, refiriéndose a los artículos 17 y 18 de la Constitución peruana, estos acontecimientos "atentan contra la institucionalidad democrática y el legítimo ejercicio del poder". Kuczynski incidió, sobre todo, en que la observación de la OEA realice "especialmente" un seguimiento del proceso de destitución de su cargo, que se desarrollará hoy.
Esta petición y la reacción de Almagro se enmarcan en un contexto en el que el mandatario fue acusado por el Congreso del país de tratar de ocultar consultorías de su empresa Westfield Capital a Odebrecht por las que la constructora brasileña pagó más de 782.000 dólares entre 2004 y 2007, período en el que Kuczynski era ministro en el Gobierno de Alejandro Toledo.
El Congreso de Perú escuchará hoy la defensa del presidente Kuczynski ante el pedido de vacancia (destitución) presidencial que promueve la oposición política, tras lo cual debatirá y votará si acepta esa medida extrema por "incapacidad moral permanente". Para ser aprobado, el pedido de destitución requiere del voto de 87 legisladores de los 130.