El anuncio de la periodista y presentadora de televisión Ksenia Sobchak, bautizada por la prensa como la Paris Hilton rusa, de que competirá en las próximas elecciones presidenciales en Rusia, de marzo de 2018, le confiere un toque de glamour e intriga a una campaña que se preveía aburrida.
La celebridad rusa, que durante años dirigió el polémico y popular programa de telerrealidad Dom-2, hizo pública su decisión en una carta abierta en el periódico Védomosti y un video en Youtube.
Precisamente Védomosti fue el primer diario ruso en sugerir el pasado septiembre que la famosa joven, a punto de cumplir los 36 años, se podía sumar a la carrera presidencial rusa para animar la campaña electoral 2018.
En la Administración presidencial barajan la posibilidad de que una mujer se presente como la rival del presidente, Vladímir Putin, en las elecciones del marzo de 2018, escribía el rotativo el 1° de septiembre pasado citando a fuentes cercanas al Kremlin.
Entre las posibles candidatas, el periódico mencionó los nombres de varias políticas.
Sin embargo, el medio aseguraba que fue "acordada" también otra candidatura, la de una mujer que no representa a ningún partido pero es ampliamente conocida por el público ruso, la de Ksenia Sobchak, que, según fuentes de Védomosti,encarna la imagen de una mujer joven y moderna que quiere participar en la política.
Ksenia (hija del ex alcalde de San Petersburgo y antiguo jefe y mentor de Putin, Anatoli Sobchak, fallecido en 2000), durante años fue la "niña mimada" del poder, pero en 2011 y 2012 sorprendió al encabezar, junto con varios líderes de la oposición extraparlamentaria rusa, las masivas protestas contra las irregularidades electorales en los comicios parlamentarios y presidenciales.
Desde aquél momento, esta licenciada en relaciones internacionales se volcó para borrar la imagen de Paris Hilton rusa e iniciar una carrera de periodista y opositora, llegando a trabajar en el único canal de televisión independiente ruso, Dozhd, a fin de demostrar a sus detractores que de tonta no tiene ni un pelo.
Al comentar el anuncio de Sobchak, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que "Ksenia tiene mucho talento y ha adquirido experiencia en distintos campos en los últimos años", pero que no ha revelado todavía sus convicciones políticas.
Peskov salió al paso a las numerosas informaciones acerca de que la candidatura de Sobchak es promovida secretamente por el Kremlin y negó toda relación de la presidencia con los planes políticos de la presentadora.
La propia Sobchak dijo recientemente le había comunicado sus intenciones al presidente ruso y que quedó con la impresión de que a Putin "no le agradó" la idea.
Al mismo tiempo, siempre en palabras de Sobchak, el presidente ruso le dijo que "cualquiera tiene derecho a tomar sus decisiones y responsabilizarse por ellas".
"Recibimos esta noticia con una sonrisa, pero todavía no sabemos bien si es una sonrisa irónica o triste", dijo el comunista Iván Mélnikov, vicepresidente de la Duma, la Cámara baja del Parlamento ruso.
Por su parte, el dirigente de la izquierda radical Serguéi Udaltsov, que recientemente recobró la libertad tras cumplir cuatro años y medio de cárcel por participar en disturbios antigubernamentales, opinó que detrás de la decisión de Sobchak"se ve de lejos la mano de Kremlin".
Mijaíl Kásianov, ex primer ministro de Rusia y cofundador, junto con el asesinado Borís Nemtsov, del partido Parnas, no fue tan tajante y aseguró que si "Ksenia tiene fuerzas y ganas necesarias" para embarcarse en la travesía, él no le veía "contraindicaciones".
Ksenia, que puede convertirse en la aspirante más joven al Kremlin, anunció que competiría en las elecciones como una candidata "contra todos".
Según Mijaíl Jodorkovski, antiguo magnate petrolero y otrora el hombre más rico del país y actualmente uno de los ideólogos de la oposición liberal, Sobchak puede "ayudar a la gente a comprender la esencia de unas elecciones sin elección".
Alexéi Navalni, el único político capaz de hacerle sombra a Putin pero inhabilitado para las elecciones de 2018, criticó con anterioridad la posible presentación de Sobchak a las elecciones en Rusia.
Para Navalni, "hay que ser conscientes de que ella no es una política y trabaja en el mundo del espectáculo, por eso cualquier resultado que obtenga le servirá para su carrera en el show business".
En la historia moderna de Rusia solo en dos ocasiones han participado mujeres en elecciones presidenciales: en 2000, cuando Ella Pamfílova, actual presidenta de la Comisión Electoral de Rusia, cosechó 1,01% de los apoyos, y en 2004, cuando la dirigente liberal Irina Jakamada recibió el 3,84% de los votos.